El Banco Central Europeo (BCE) no modificó ayer su principal tasa de interés en un mínimo histórico de 0,25% ni las de depósito (0,0%), desechando aplicar nuevas medidas en su política monetaria para combatir la amenaza de deflación hasta que reciba las proyecciones económicas, las que obtendrá recién en marzo.
El presidente del BCE, Mario Draghi, aseguró que se considerará la estabilidad del mercado del dinero y las señales de recuperación que presenten las economías del bloque. “La razón para la decisión de hoy (ayer) de no actuar, realmente tiene que ver con la complejidad de la situación y la necesidad de obtener mayor información”, comentó la autoridad. Sin embargo, añadió que “estamos dispuestos y listos para actuar”, señaló en una conferencia.
Con respecto a los temores de deflación, Draghi aseguró que ésta no existe y lo que ocurre es que hay un “ajuste de precios relativo, pero no un proceso de deflación”. En enero, la eurozona registró una caída de la inflación a 0,7%, coincidiendo con el mínimo registrado en 2009 y es menos de la mitad del objetivo del BCE de 2%. La última vez que la cifra estuvo así de débil fue en octubre, cuando provocó que el BCE recortara la tasa.
Draghi está tratando de guiar a la eurozona a través de una frágil recuperación y un extenso chequeo de salud del sistema bancario.
“Seguimos firmemente decididos en mantener el alto grado de expansión monetaria y tomaremos una decisión activa si se necesita. Reiteramos nuestra guía a futuro. Continuamos esperando que la tasa de interés del BCE se mantenga a los actuales niveles o más bajos”, acotó.
En tanto, el Banco de Inglaterra (BoE, su sigla en inglés), también se mantuvo sin novedades, luego de continuar con los tipos congelados en 0,5% y su programa de compra de bonos en
US$ 612.000 millones. Ahora, la atención de los analistas se centra en las previsiones económicas que la institución publicará la próxima semana.
La economía británica creció en 2013 al mayor ritmo desde 2007, y la tasa de desempleo está en 7,1%, sólo una décima más del 7% tomado como referencia por el banco para iniciar su ajuste al alza en los tipos de interés. Sin embargo, el gobernador del BoE Mark Carney, afirmó que alcanzar el umbral no es vinculante a posibles variaciones en las tasas.
Carney enfrenta la mayor prueba de su credibilidad desde que reveló su política hace seis meses a medida que busca convencer a las empresas y hogares de que la economía tiene capacidad para extender los costos de endeudamiento que están en un mínimo récord.
Advertencia del FMI
Por otro lado, el Fondo Monetario Internacional (FMI) instó a los bancos centrales a tener en mente las consecuencias que tienen sus acciones sobre otros países, reiterando llamados recientes a una mayor coordinación en materias de política monetaria. “En este mundo cada vez más interconectado, las acciones de un país obviamente tienen impactos y consecuencias para otros”, dijo a los periodistas el portavoz del FMI, Gerry Rice.
Sin embargo, Rice afirmó que la Fed comunicó claramente su reciente decisión de comenzar a reducir sus compras mensuales de compras de bonos.