Por Macarena Delpino
Ante la creciente crisis que aqueja a los mercados emergentes luego de que la Fed anunciara su reducción gradual del estímulo monetario y los turbulentos escenarios internos de muchas naciones, los banqueros de los países en desarrollo han adoptado una postura activa para salvar sus depreciadas monedas, lo que ha llevado a confrontaciones con los gobiernos. Así ocurrió en las últimas horas con las autoridades monetarias de Turquía e India. A pesar de sus esfuerzos, las monedas siguieron cayendo ayer presionadas por las expectativas de la reunión de política monetaria del banco central estadounidense, atrayendo más inversión hacia el mundo emergente.
El martes el banco central de Turquía tomó una drástica decisión para rescatar la lira: elevó la tasa interbancaria para préstamos de 7,75% a 12% y la tasa para depósitos a 8% desde 3,5%. El gobernador del banco, Erdem Basci, está luchando para contener el derrumbe de su moneda en medio de la agitación interna y una derrota global de los mercados emergentes.
Sin embargo, el alza de ambas tasas no tuvo el resultado esperado ya que luego del anuncio, la lira se apreció 4%, su mayor nivel en más de cinco años, para luego depreciarse 2,4%, cercano al mínimo que registró el lunes. En el mes a la fecha se ha depreciado 5,02% frente al dólar y en el año hasta ayer, 5,35%
La decisión acordada en la reunión extraordinaria del banco central puso al presidente del organismo en abierta confrontación con el primer ministro, Recep Tayyip Erdogan, quien pocas horas antes del encuentro reiteró que siempre se opuso a tasas más altas, preocupado por el efecto que los mayores tipos tendrían sobre la meta de crecimiento de la economía.
“El banco central está dando un paso bastante importante en términos de recuperar su credibilidad” perdida por la fuerte devaluación de la lira, dijo a Bloomberg Neil Shearing, economista jefe de mercados emergentes de Capital Economics. “Se pone el énfasis de lleno en la preservación de la estabilidad del mercado y hacer frente a la inflación y, al mismo tiempo se ha enfrentado al gobierno”, advirtió el economista.
Situación en India
El gobierno y el banco central de India también han tenido diferencia de opiniones sobre cómo dirigir la economía del país. Raghuram Rajan, gobernador del Banco de Reserva de India, señaló que se está alistando para concretar una propuesta en que el control de la inflación sea su principal prioridad, incluso arriesgando fricciones con el gobierno del primer ministro, Manmohan Singh, y después de que el ministro de Finanzas dijera la semana pasada que el banco central tiene la obligación de apoyar el crecimiento.
Siguiendo los pasos de Turquía, Rajan ayer elevó inesperadamente la tasa de recompra por un cuarto de punto hasta 8%, una semana después de que un panel que él designó diera a conocer propuestas para reducir la alta tasa de inflación –la mayor de Asia- de 10% a 6% para el año 2016. “Creo que por algún tiempo hemos estado diciendo de forma muy clara que estamos concentrados en preservar el valor de la rupia”, dijo según consignó Reuters.
“Si las políticas del gobierno en su conjunto resultan ser expansivas, vamos a tener que ajustar las políticas nosotros mismos para cumplir con el proceso de desinflación en general”, agregó. “No podemos levantar las manos en cierto sentido y decir que no hay nada que podamos hacer, debido a la dominancia fiscal”, disparando contra Chidambaram.
A pesar de la iniciativa, en el mes a la fecha la divisa india ha perdido 0,91% frente al dólar y en el año hasta ayer, 0,98%.
Devaluaciones emergentes
Otro mercado emergente que optó por estrechar su política monetaria a favor de la moneda fue Sudáfrica, cuyo banco central aumentó por primera vez en cinco años su tasa de recompra de 5% a 5,5%. Como resultado, su moneda se apreció ayer 2,04% frente al dólar.
También cayeron las divisas de México (0,97%), Brasil (0,65%) y Rusia (0,72%). Con respecto a esta situación, Paulo Nogueira Batista, director ejecutivo del FMI para Brasil, dijo que aún no se puede comparar con la crisis de los años 80 y 90, pero que los gobiernos deben mantenerse alerta ante el cambiante escenario, citó The Wall Street Journal.