La jugada ambiciosa de Washington para construir un bloque de libre comercio con la región de Asia Pacífico sin la participación de China ha provocado las sospechas sobre qué objetivos geopolíticos EEUU tiene en mente para contener al gigante asiático, aparte de las razones económicas para el bloque.
Los analistas dicen que la jugada destaca también la creciente importancia de la cooperación entre EEUU y China en la región, además de la creciente competencia por la influencia.
Al margen de la cumbre de la APEC del pasado fin de semana, el presidente de EEUU Barack Obama dijo que estaba optimista de que un pacto comercial llamado Acuerdo de Asociación Trans-Pacífico (TPP, su sigla en inglés) pueda preparar un marco legal para el próximo año entre las nueve naciones regionales: EEUU, Australia, Nueva Zelandia, Singapur, Malasia, Vietnam, Brunei, Chile y Perú. El viernes, Japón anunció su interés de unirse a las negociaciones.
“La ausencia de la segunda mayor economía y mayor exportador del mundo en las conversaciones de TPP refleja el objetivo de Washington de dominar la región, la que es clave para la estrategia de EEUU para mantener su liderazgo global”, dijo Lu Hongjun, presidente del Institute of International Finance en Shangai. Además, comentó que EEUU temía que China hiciera más avances en la región, después del lanzamiento del área de libre comercio entre China y la Asean en 2010.
Asia Pacífico: clave
Con Europa sumida en una crisis, la administración de Obama vio a la región del Asia Pacífico como una clave para alcanzar las promesas hechas durante su campaña presidencial, en particular el duplicar las exportaciones de EEUU y ayudar a crear puestos de trabajo y rebajar la tasa de desempleo, señala el experto.
A pesar de las sospechas, varios analistas dicen que China no estaba tan preocupada sobre la asociación. El viernes, el ministro de Comercio chino, Chen Deming, dijo que Beijing consideraría seriamente unirse al TPP si la invitan. Horas más tarde, Mike Froman, vice consejero de seguridad nacional para asuntos económicos internacionales de EEUU, comentó que la iniciativa “no es algo al que uno lo inviten. Es algo a lo que uno aspira”.
EEUU no ha excluido explícitamente la entrada de China al TPP, pero la secretaria de Estado, Hillary Clinton, ha vinculado el acuerdo comercial a valores fundamentales, como la apertura y los estándares laborales.