La congestión portuaria está empeorando en los principales puertos del norte de Europa y otros centros neurálgicos, según un nuevo informe que sugiere que las guerras comerciales podrían extender las perturbaciones marítimas a Asia y Estados Unidos y hacer subir las tasas de transporte marítimo.
Los tiempos de espera para conseguir un espacio en los muelles aumentaron en 77% en Bremerhaven (Alemania) entre finales de marzo y mediados de mayo, según el informe publicado el viernes por Drewry, una consultora marítima con sede en Londres. Los retrasos aumentaron 37% en Amberes y 49% en Hamburgo durante el mismo periodo, y también se registraron esperas más largas en Róterdam y Felixstowe (Reino Unido).
La escasez de mano de obra y los bajos niveles de agua en el río Rin son las principales causas, ya que dificultan el tráfico de barcazas hacia y desde el interior. A estas limitaciones se suma la suspensión temporal por parte del presidente de EEUU, Donald Trump, de los aranceles del 145% sobre las importaciones chinas, lo que ha adelantado la demanda de transporte marítimo entre las mayores economías del mundo.
“Los retrasos en los puertos están alargando los tiempos de tránsito, alterando la planificación de los inventarios y obligando a los transportistas a llevar existencias adicionales”, afirmó Drewry.
“A esta presión se suma que el comercio transpacífico hacia el este muestra signos de un máximo anticipado para la temporada, impulsado por una pausa de 90 días en los aranceles entre EEUU y China, que expirará el 14 de agosto”.
Se están observando patrones similares en Shenzhen (China), así como en Los Ángeles y Nueva York, “donde el número de buques portacontenedores en espera de atraque ha ido aumentando" desde finales de abril, según la empresa.
Rolf Habben Jansen, director ejecutivo de Hapag-Lloyd AG, con sede en Hamburgo, dijo en un seminario la semana pasada que, aunque ha visto signos recientes de mejora en los puertos europeos, espera que se necesiten “otras seis u ocho semanas antes de que tengamos la situación bajo control”.
El repunte de los buques de carga desde la pausa arancelaria del 12 de mayo todavía no se materializa.
Aun así, Torsten Slok, economista jefe de Apollo Management, señaló en una nota el domingo que la tregua arancelaria entre EEUU y China alcanzó hace casi dos semanas aún no ha desencadenado un aumento de los buques en el Pacífico.
"Esto plantea la pregunta: ¿siguen siendo demasiado altos los aranceles de 30% a China? ¿O las empresas estadounidenses simplemente están esperando a ver si los aranceles bajan aún más antes de aumentar los envíos?", escribió Slok.
Disputa entre UE y EEUU
Los aranceles estadounidenses, combinados con amenazas repentinas y treguas, dificultan a los importadores y exportadores calibrar sus pedidos, lo que provoca fluctuaciones atípicas en la demanda. Para las compañías navieras, esto se traduce en retrasos y mayores costos que llevan a aumentos de las tarifas de los fletes.
El último golpe a la previsibilidad se produjo el viernes, cuando Trump amenazó con imponer a la Unión Europea un arancel de 50% el 1 de junio. Durante el fin de semana, dio marcha atrás y acordó ampliar ese plazo hasta el 9 de julio, tras una conversación telefónica con la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen.
A poco más de seis semanas de que entren en vigor los aranceles más elevados, el volumen de carga transatlántica debería recibir un impulso porque “los transportistas tienen un incentivo aún mayor para trasladar todo lo que puedan a EEUU antes de que entren en vigor”, afirmó Emily Stausboll, analista senior de transporte marítimo de Xeneta, una plataforma digital de transporte de mercancías con sede en Oslo.
La incertidumbre política adicional “será un mayor costo para la actividad mundial al agregar riesgos a las decisiones sobre gastos”, según afirmó Oxford Economics en una nota de investigación publicada el sábado. Alemania, Irlanda, Italia, Bélgica y Países Bajos son los más vulnerables, dada su proporción de exportaciones a EEUU con respecto al PIB, según la nota.
Bloomberg Economics afirmó en un reporte publicado el viernes que “los aranceles adicionales del 50% probablemente reducirían las exportaciones de la UE a EEUU de todos los productos sujetos a aranceles recíprocos a casi cero, lo que recortaría las exportaciones totales de la UE a EEUU en más de la mitad”.