Tal como se esperaba, el Banco Central Europeo (BCE) no se ha dejado amedrentar al ver asomar la cabeza al fantasma de la deflación y se ha mantenido firme a la hora de dejar los tipos de interés en el 0,25%.
Cabe recordar que se encuentran en este nivel desde hace tres meses y es el más bajo de la historia del euro.
Asimismo, el organismo ha mantenido la tasa de los depósitos a un día en el BCE en el 0% y no se ha dejado influenciar por las presiones que hablaban de penalizar a los bancos que depositaran ahí su dinero a un plazo de un día en lugar de prestarlo para que llegue a la economía real.
La institución europea informó en Fráncfort de que también dejó inalterada la facilidad marginal de crédito, por la que presta dinero a los bancos durante un día, en el 0,75 %.
La decisión se da pese pese a la caída de la inflación en la zona euro que bajó en enero una décima, hasta el 0,7%, frente al mes anterior, según el cálculo preliminar de Eurostat, la oficina estadística de la UE.
La tasa de inflación se aleja mucho del objetivo del BCE, que es mantenerla cercana pero siempre por debajo del 2 % para lograr la estabilidad de precios. De esta manera, la mayoría de los economistas prevé que el emisor europeo actuará en marzo.
Durante esta jornada, también el Banco de Inglaterra mantuvo los tipos de interés en el Reino Unido, en el mínimo histórico del 0,5 %, y tampoco modificó su programa de compra de activos para reactivar el mercado crediticio.
Ahora, la atención de los mercados se concentra en la rueda de prensa que en unas horas más realizará el presidente de la entidad bancaria, Mario Draghi, en dará detalles de las deliberaciones del consejo de gobierno y podría dar pistas de cuáles serán las próximas decisiones.