La economía española en los últimos meses de 2013 presentó positivos resultados y confirmó que logró salir finalmente de la recesión que la aqueja, dando luces sobre una cercana consolidación de su economía. Sin embargo, la Comisión Europea y el Banco Central Europeo (BCE) advirtieron sobre los posibles efectos de la ralentización de los mercados emergentes latinoamericanos, y la amenaza que esto representa para la consolidación del repunte de la economía española.
El Instituto Nacional de Estadística de España certificó ayer lo que se había adelantado la semana pasada: el PIB registró un incremento trimestral de 0,3% en el cuarto trimestre de 2013, dos décimas superior a la registrada en el trimestre anterior (0,1%), lo que confirma que su economía salió de la recesión más larga en décadas. A pesar de este buen resultado, en el conjunto del año el PIB español cayó 1,2%, consignó el sitio español Expansión.
Advertencia desde Bruselas
A pesar del mejor panorama que presenta España, tanto la Comisión como el BCE han instado al gobierno a persistir con la agenda reformista para apuntalar la recuperación y protegerse de los posibles riesgos exteriores.
“La recuperación económica sigue siendo frágil mientras se abordan los desequilibrios y está sujeta a riesgos internos como el cambio en el actual entorno financiero global benigno y la ralentización de los mercados emergentes, especialmente Latinoamérica, zona en que las empresas españolas están particularmente expuestas”, señalaron las entidades en su último informe sobre el rescate bancario español.
Caída de los emergentes
En lo que va de 2014, más de US$ 7.000 millones se han ido de los Exchange Trade Funds (ETF, fondo que replica un índice) que siguen a los mercados emergentes, el máximo desde 2005.
Dentro de las monedas que se depreciaron en la jornada de ayer estuvo la rupia india (0,27%), la lira turca (0,28%) y el peso argentino (0,18%).
El gobernador del banco central de India, Raghuram Rajan, advirtió que ”la cooperación monetaria internacional se ha roto”, apuntando a cómo los mercados emergentes ayudaron a sacar a la economía mundial de la crisis que comenzó en 2008. “Los países industrializados tienen que desempeñar un papel en la restauración de eso, y no pueden en este momento lavarse las manos y decir que van a hacer lo que tengan que hacer y que nosotros hagamos el ajuste”. En tanto, Alejandro Werner, director para Latinoamérica del FMI, dijo que “las sostenidas turbulencias en los mercados emergentes pueden estrechar aún más la condición financiera global. Aunque el crecimiento está repuntando, deberíamos esperar mayores turbulencias para nuestra región, por lo que las autoridades no deben quedarse de brazos cruzados”.