La agencia de calificación
financiera
Fitch redujo hoy las notas de la deuda a largo plazo de cinco
grandes bancos portugueses y mantuvo las de otras dos entidades
El
Banco Comercial Portugues (BCP), el Banco Espirito Santo (BES)
y su filial en Luxemburgo Espirito Santo Financial Group, así como
el Banco Portugués de Inversión (BPI) han descendido desde "A+"
hasta "A" con perspectiva negativa.
A su vez Banif (Banco
Internacional de Funchal) bajó a "BBB" con
pronóstico negativo desde su anterior nota de "BBB+".
En cambio
la estatal Caixa Geral de Depositos (CGD) mantiene la
calificación de "A+" con perspectiva negativa y el Banco Santander
Totta la de "AA" con perspectiva estable.
Fitch explicó la rebaja
de calificaciones en el hecho de que el
cierre efectivo de los mercados de capital limita las fuentes de
financiamiento de estas instituciones y sus posibilidades operativas.
La
agencia también comenta de forma negativa el impacto que
tendrán en la banca y en el crecimiento económico las medidas
adoptadas por el Gobierno para reducir el déficit fiscal en
Portugal.
La decisión de Fith sigue a la adoptada ayer por otra
agencia de
notación financiera, Moody's, que rebajó las calificaciones de los
bonos hipotecarios de los principales bancos lusos, tras haber
tomado la misma medida, hace una semana, con la deuda de esas
entidades y la del Estado luso.
Los recortes de Moody's afectaron
también al BPI, el BES y el BCP
y dejaron intactos al Santander y la CGD.