Criadores de insectos comestibles buscan mayor eficiencia en la producción
Se están reevaluando los viejos métodos para aumentar la producción
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Los granjeros precursores del nuevo mundo criaban rebaños de ganado en las praderas; hoy la agricultura se ha desplazado a cobertizos de alta tecnología con clima controlado – y el ganado tiene seis patas, no cuatro.
Criar insectos para comer, algo conocido como mini-ganadería, es una novedad en el mundo occidental, aunque durante miles de años muchas culturas han disfrutado de los insectos recolectados en el medio silvestre.
Jarrod Goldin, cofundador de Next Millennium Farms, en Canadá, tiene 18 meses de experiencia en la crianza de grillos y larvas, y se considera un veterano de los insectos. En 2013, leyó un informe de la ONU sobre el futuro de los insectos como comida y en la televisión vio al fabricante de alimentos a base de insectos, Pat Crowley, fundador de Chapul, lanzar sus barras proteínicas de grillos a los inversionistas angelicales. Inspirado, convenció a sus hermanos Darren y Ryan, quienes ya criaban insectos para la alimentación de reptiles, de iniciar un segundo negocio con él – esta vez criando insectos como fuente saludable y ambientalmente sostenible de proteínas para la alimentación humana.
Next Millennium Farms es una de una serie de granjas de insectos que han surgido para abastecer de insectos a las marcas de alimentos y a los chefs, quienes hacen de ellos barras de proteína, galletas y otras delicias.
La crianza de insectos con fines comerciales tiene precedentes. Los criadores de grillos han abastecido de carnada a los pescadores y de insectos a los lagartos mascotas durante generaciones. Pero aunque la vieja guardia no ha tenido que modernizar los métodos de producción, los criadores de insectos de calidad alimentaria – que deben ser criados por separado de los insectos para la alimentación animal – tienen planes de automatizar gran parte del duro trabajo del riego, la alimentación y la limpieza, y criar a escala industrial.
Daniel Imrie-Situnayake, cofundador de Tiny Farms, la cual está construyendo una granja de insectos en California para demostrar las novedosas tecnologías de crianza de insectos, las cuales planea patentar, dice que la presión para lograr la economía de escala refleja la necesidad de reducir los costos de producción para hacer crecer el mercado.
La crianza de insectos para mascotas exóticas puede ser lucrativa en volúmenes relativamente bajos, dice, porque "la gente no lo piensa dos veces antes de comprar una caja de 10 grillos por 10 dólares una vez por semana para su dragón barbudo". Pero 1 libra de harina de grillo de calidad alimentaria, para la cual se necesitan unos 5,000 grillos, se vende en alrededor de US$30 a US$40, lo que claramente limita su atractivo.
Sin anteproyectos industriales que seguir – o siquiera una red de proveedores que consultar – la automatización de una granja de insectos conlleva las frustraciones propias del método de ensayo y error. Así lo explica Gabriel Mott, cofundador de Aspire Food Group, una empresa de crianza de insectos con operaciones en Texas, México y Ghana: "Construir una industria de la nada es aterrador. Hay tantas cosas nuevas".
Heidi de Bruin, cofundadora de Proti-Farm, una empresa holandesa de proteínas, ha adquirido Kreca, una granja de insectos con 35 años de servicio, que ha criado insectos de calidad alimentaria a modesta escala desde 2008. Ella ahora está instalando cámaras y sensores en la granja para vigilar a los insectos, lo cual anteriormente se le confiaba a las personas.
Big Cricket Farms en Ohio ha ideado un sistema de bombeo para el riego de las crías de grillos sin ahogarlos, e incorpora tecnología del siglo XXI. "Utilizamos impresión en 3D para la mayor parte de nuestra creación de prototipos", dice el cofundador Kevin Bachhuber. Otras preocupaciones de los criadores de insectos que trabajan para mejorar la eficiencia incluyen modificar los entornos de los insectos para acelerar los ciclos de reproducción, ajustar las dietas para mejorar los rendimientos de proteína, y tratar de evitar que los rivales les roben sus mejores innovaciones.
Aunque los agricultores de insectos tienen la intención de hacer más eficiente la crianza de insectos, no se pueden ignorar otras consideraciones. Por ejemplo, el bienestar animal es un tema importante para los consumidores preocupados por el medio ambiente a quienes van dirigidos los alimentos a base de insectos. Los grandes problemas, dice Bachhuber, son cómo llevar a cabo el sacrificio de los insectos y cómo evitar la agresión entre ellos.
Persuadir a los consumidores de que es seguro comer insectos es otro desafío que se dificulta aún más por la falta de supervisión regulatoria detallada de la crianza de insectos.
"A pesar de que los insectos comestibles son generalmente muy seguros, si no sabes lo que estás haciendo, puede haber problemas", dice Goldin. La industria y el Departamento de Agricultura de EEUU están a punto de desarrollar guías de buenas prácticas.
Criar insectos de forma eficiente también beneficiaría a los consumidores pobres de las economías en desarrollo, permitiéndoles comer insectos ricos en nutrientes más a menudo, dice Mott. Sin embargo, un aumento repentino de la oferta debilitaría los medios de vida de los lugareños que capturan insectos silvestres a mano y los venden a través de los mercados tradicionales. Para evitar esto, Aspire dice que incorporará recolectores tradicionales de insectos en su cadena de suministro.
A pesar de las dificultades, los criadores de insectos comestibles dicen estar en el lugar correcto en el momento adecuado. La Sra. de Bruin dice que en los primeros cuatro meses de 2015 su compañía obtuvo la misma cantidad de ganancias de los insectos de calidad alimentaria que en todo el año 2014. "Históricamente el 80 por ciento de nuestras ventas era para la alimentación animal. Este año esperamos un 60:40 y antes de 2016, un 50:50".
Next Millennium Farms recientemente recaudó US$1 millón de capital privado para expandirse hasta el punto en que sea rentable y está a punto de relanzar la marca como Entomo Farms – haciendo referencia a la entomología – para resaltar su relación con los insectos. "La "repulsión" hacia los insectos es un problema", dice Goldin. "Pero en este momento tantas personas de mente abierta en Europa y EEUU se están poniendo en contacto con nosotros que es difícil satisfacer la demanda".