China es conocida por sus imitaciones de todo tipo, desde ropa a alimentos y juguetes, DVD y billetes falsos. Una tienda bandera falsa de Apple y una versión de la tienda de mobiliario sueca Ikea han logrado titulares a nivel mundial.
Ahora, una filial del banco China Construction Bank en la provincia de Shandong ha resultado ser una elaborada falsificación, con lectores de tarjetas, libretas bancarias y tres adolescentes posando como cajeras en el mostrador.
El convincente "banco fantasma" se une a la lista de las estafas más impresionantes de China que van desde falsos miembros del Ejército que recorren el país cobrando sobornos, vendedores que fingen su muerte para obtener indemnizaciones del gobierno local, o comerciantes de arroz que reclaman compras que no hicieron a bancos estadounidenses.
El falso banco logró operar un mes antes de que una mujer de la localidad, que había depositado US$ 6.200, descubriera que no podía hacer retiros en una sucursal real de China Construction Bank. Los gerentes detectaron allí el falso depósito y alertaron a la policía.
Los oficiales descubrieron que un hombre de la localidad, de apellido Zhang, había establecido el banco y el personal era su hija de quince años y dos de sus compañeros de clase.
"Si alguien solicitaba retirar el dinero, decían que la red no se había establecido o que la autoridad no había terminado los procedimientos de aprobación", dijo a Financial Times el oficial Song, portavoz de la policía de la localidad. "No permitían a la gente retirar dinero."
Zhang aseguró que había solicitado formalmente unirse a una red de bancos comerciales, pero le habían denegado la solicitud. "Yo sólo quería abrir un banco", dijo en una entrevista desde la cárcel. "No lo pensé mucho". Según Zhang, se había devuelto el dinero a los depositantes.
El portavoz del China Construction Bank afirmó que le banco tenía "un proceso de aplicación bastante complejo" para las nuevas sucursales y que no estaba al tanto de casos anteriores de filiales no autorizadas.
Zhang no es el primero en tener esta idea. Una cooperativa rural cercana a la ciudad de Nanjing se reconvirtió el año pasado a banco y atrajo US$ 32 millones en depósitos prometiendo tasas de interés de hasta 2% a la semana.
En enero de este año, un empresario informó que el "banco" no le permitía retirar sus ahorros.