Por H.Carnegy y S. Daneshkhu en París
El presidente Nicolas Sarkozy insistió ayer en que Francia debe presionar por el impuesto sobre transacciones financieras para forzar el tema en Europa, a pesar de las preocupaciones de que una jugada unilateral aislaría al país y dañaría a la industria de servicios financieros francesa. “Obviamente, Francia debería hacer esto con otros. Pero si espera al resto para decidir gravar las finanzas, éstas nunca serán gravadas”, dijo Sarkozy.
Sus comentarios fueron hechos después de que la ministra de Presupuesto, Valérie Pécresse, reconoció que el impuesto sería burlado si es introducido sólo en Francia.
“Este impuesto no tiene sentido a menos que se aplique en toda Europa”, dijo en una entrevista en TV. Pero agregó que la intención de Francia era liderar y ser el “motor” de la introducción más amplia del tributo, el que los ministros insisten en que debe estar establecido a fines de este año.
François Baroin, el ministro de Finanzas, dijo que discutiría el tema con Wolfgang Schäuble, su contraparte alemana, mañana en Berlín. Ambos trabajan en propuestas conjuntas sobre el alcance del impuesto y el momento de su introducción basándose en que sería introducido por un mínimo de 17 países de la eurozona. “Queremos que este impuesto vea la luz del día, Francia no estará aislada”, acotó.
Los ministros planean introducir la ley en Francia en febrero, esperando que Alemania y otros la seguirán después. Sarkozy, que enfrenta una elección en abril, quiere mostrar a los votantes que va a cumplir una antigua promesa de exigir retribución al sector financiero por la crisis financiera de 2008.