Internacional

Grecia ratifica plan de austeridad y bancos alemanes acuerdan participar en el rescate

Italia también adoptó un paquete de recortes para tranquilizar a los mercados.

Por: | Publicado: Viernes 1 de julio de 2011 a las 05:00 hrs.
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El Parlamento griego aprobó ayer la ley de implementación de su segundo paquete de austeridad, un proceso que era trámite pero que era indispensable para aplicar el duro ajuste fiscal acordado el miércoles. De forma paralela, el ministro alemán de Economía, Wolfgang Schaeuble, dijo que llegó a un acuerdo con los bancos privados sobre la participación del sector en un nuevo programa de asistencia, basado en un plan francés de refinanciamiento voluntario de la deuda.

Las entidades alemanas podrían contribuir con 3.200 millones de euros (US$ 4.638 millones) mediante este esquema, apenas un décimo de la suma que se pretende que aporten los tenedores privados de bonos.

Vasso Papandreou, ex comisaria europea y miembro del partido PASOK y que no está relacionada con el primer ministro del mismo apellido, dijo que “Alemania está preparando el terreno para nuestra bancarrota oficial apenas esto pueda ocurrir sin costo para los bancos alemanes”. En tanto, tres fuentes bancarias dijeron a Reuters el miércoles que políticos y banqueros estaban confiados en que implementar el plan francés no suscitaría el pago de seguros de crédito o una moratoria, que implicarían pérdidas a los bancos.

Con las condiciones dadas para desembolsar el próximo tramo de préstamos para Grecia, los ministros de Finanzas de la zona euro tomarán la decisión el domingo y el 5 de julio el FMI haría lo propio.



Italia se protege


En Italia, en tanto, el Consejo de Ministros aprobó ayer un plan de ajuste por 47 mil millones de euros que deberá ser ratificado ahora por el Parlamento, confirmó el primer ministro Silvio Berlusconi.

Las medidas incluyen recortes en el presupuesto de los ministerios del gobierno central, en los gobiernos locales y menores exenciones fiscales para empresas y familias, además de una leve intervención en las cuentas públicas para reducir el déficit, que este año llegó a 4,6% del PIB.

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