Grecia y Europa se juegan la vida el domingo en histórica elección con incierto desenlace
La gente acude en masa a sacar dinero de los cajeros y hace acopio de comida en vísperas de la elección, por temor a que una victoria de la izquierda signifique una salida del euro. La Comisión Europea evalúa implantar control de capitales y fronteras en caso de que se desate el caos.
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Por Marco Fajardo
La incertidumbre en Grecia por las elecciones del domingo es total. Derecha e izquierda aparecen empatados en los sondeos y ambos evalúan renegociar con la UE, el FMI y el BCE el paquete de ajuste que permitió al país acceder a su segundo rescate en marzo y evitar el default.
Tras cinco años de recesión, los conservadores de Nueva Democracia advierten que un triunfo del izquierdista Syriza significaría el fin del euro, cosa que estos niegan. Por su parte, Syriza denuncia que la derecha, junto a los socialistas del Pasok -que se han turnado en el gobierno desde 1974- son los responsables de la brutal crisis económica que tiene sin empleo al 22% de los griegos.
Una salida del euro sería “catastrófica”, dijo el jueves pasado el ex primer ministro socialista Lucas Papademos, quien instó a los votantes de su país a “mantener el curso” de un plan de dolorosas reformas.
También hay preocupación en la UE. El presidente francés, François Hollande, les pidió ayer a los griegos que mediten bien por quién van a votar porque su memebresía del euro está en peligro.
El peor escenario
Un estudio de fines de mayo del National Bank of Greece, el mayor del país, advirtió que en caso de salir del euro el ingreso per cápita colapsaría en al menos 55%, la nueva moneda local se depreciaría en un 65% contra el euro y la recesión se profundizaría. También alertó que el desempleo escalaría a un 34% y que la inflación avanzaría del 2% actual a 30%.
Dicho escenario, además, causaría graves trastornos en las importaciones, ya que Grecia importa 40% de la comida que consume, casi todo su petróleo y gas natural y gran parte de sus medicamentos.
Pero la UE, los bancos, las empresas y los propios ciudadanos ya se están preparando para lo peor.
La Comisión Europea evalúa la posibilidad de establecer controles de capitales y de fronteras para evitar movimientos de dinero.
También hay temor entre los inversionistas. La calificadora Fitch alertó que si Grecia abandona el euro rebajaría la nota de España, Chipre, Irlanda, Italia y Portugal, y pondría en perspectiva negativa a todos los países del bloque.
Las empresas y los bancos han intentado reducir al máximo su exposición. Los ciudadanos sacan su dinero de los bancos para guardarlo debajo del colchón o mandarlo al exterior. Ayer representantes del sector bancario señalaron que diariamente salen del sistema 800 millones de euros.
Incierto escenario
La culpa de todo la tiene la incertidumbre. Los analistas temen que surja un gobierno de corta duración y que la salida del euro ocurra sin importar el resultado.
Aunque ambos renegociarían el rescate, para Antonios Kousoukis, analista de Credit Suisse, la diferencia es que Syriza además podría “pedir otro recorte de deuda”.
En cuanto al euro, “estimo más posible una salida del euro bajo Syriza que con Nueva Democracia, pero es algo que aún debe aclararse”.
Aunque con cualquier de los dos gobiernos, “una salida del euro no será automática”, “si Grecia no cumple con las condiciones del rescate y la troika deja de suministrar liquidez”, eso podría suceder, dijo Koutsoukis a DF.
Aunque también es posible que ningún partido logre formar gobierno, “es más probable que haya un gobierno en esta elección que en la anterior”, según el analista. “Hay un reconocimiento de que la falta de gobierno es extremadamente peligrosa para la economía”, añadió.
“La cuestión de fondo”, en todo caso, es más bien formar un gobierno estable dispuesto a implementar reformas estructurales, añadió.