Por Marco Fajardo
El primer ministro de Italia, Silvio Berlusconi, debió desmentir ayer rumores sobre su inminente renuncia en vísperas de la votación de hoy de medidas financieras.
“Mañana (por hoy) se votan las Cuentas del Estado en la Cámara, entonces plantearé una cuestión de confianza sobre la carta presentada ante la UE y al BCE. Quiero ver a la cara quién intenta traicionarme”, dijo Berlusconi. “No entiendo cómo han circulado los rumores sobre mi dimisión. Están faltas de todo fundamento”, aseguró.
Giuliano Ferrara, su ex portavoz y editor del diario “Il Foglio”, escribió en la mañana de este lunes que Berlusconi renunciaría en “cuestión de horas”.
Añadió que lo haría a cambio de un apoyo a las medidas de austeridad. “Es muy urgente” para Italia que se aprueben las medidas, dijo Ferrara. “Berlusconi deberá pedir un voto de confianza para lograrlo y luego renunciaría y llamaría a elecciones” en enero, agregó.
El ministro sin cartera Gianfranco Rotondi afirmó que el gobierno debe llamar a elecciones si pierde la mayoría en el Parlamento, aunque expresó su confianza en que será alcanzada. El mes pasado Berlusconi ganó con 316 votos en el Parlamento de 630 escaños una moción de cofianza, por sólo un voto.
Altibajos en bolsa y bonos
El índice FTSE MIB subió hasta 3% ante los rumores de la renuncia de Berlusconi y luego se atenuó a 1,9%, cuando llegó el desmentido. Al final, cerró con un alza de 1,32%.
A su vez, los rendimientos de los bonos italianos de 10 años alcanzaron su mayor máximo en 14 años, con 6,63%, 491 puntos básicos contra el bund alemán, y luego llegaron a 473 por los rumores de dimisión. Al cierre, se situaron en 6,65%.
El rendimiento superó la barrera del 6% el 28 de octubre. Los países que pidieron plan de rescate promediaron 6% por un mes antes de cruzar la barrera del 6,5%. Luego demoró un promedio de 16 días para los rendimientos superar el nivel insostenible de 7%, que impulsó a Grecia, Irlanda y Portugal a pedir rescate.
“La tendencia parece preocupantemente similar”, afirmó Riccardo Barbieri, economista de Mizuho International Plc, a Reuters. “Claramente, mientras más dura, peor se vuelve”.
Los seguros de la deuda italiana (CDS) subieron ayer a 518 puntos básicos, cerca del récord de 534 de septiembre, y cerraron en 492, según la firma CMA.
Divisiones internas
El principal problema de Berlusconi son las divisiones internas que afectan al gobierno. La popularidad del líder tiene mínimos récord y es superado por la oposición por 10 puntos porcentuales en un sondeo difundido el 1 de noviembre por IPR, realizado el 28 de octubre.
Un tercer miembro del partido de Berlusconi se pasó la noche del domingo a la oposición, tras la renuncia de dos al partido la semana pasada, cuando otros seis pidieron la salida de Berlusconi y buscar una alianza más amplia, en una carta al diario Corriere della Sera.
El diario La Repubblica informó el lunes, sin citar nombres, que más de una docena de parlamentarios están a punto de abandonar la coalición.
“Me temo que ya no tenemos una mayoría en el Parlamento”, dijo el ministro del Interior, Roberto Maroni, en un programa televisivo el domingo. Añadió que apoyaba la convocatoria de elecciones anticipadas.
“Berlusconi aún puede estar en el cargo, pero no ha estado en el poder por algún tiempo”, señaló Nicholas Spiro, director ejecutivo de Spiro Sovereign Strategy en Londres, a Bloomberg. “Ya no administra”, acotó.
El ministro de Finanzas de Alemania, Wolfgang Schäuble, afirmó que Italia no necesitará un rescate si cumple su plan fiscal pero también advirtió que el país es demasiado grande para el fondo de emergencia de la eurozona.
Italia, que subastará bonos públicos esta semana, posee una deuda de 1,9 billones de euros, un 120% del PIB, más que Grecia, España, Portugal y Irlanda juntas.