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“Lágrimas de cocodrilo” en Francia por la pérdida de Lacoste

“Ya no podíamos convivir juntos, ni gobernar de una manera racional. La familia se ha escindido y nadie puede guiar la empresa”, sentenció Michel Lacost.

Por: | Publicado: Lunes 5 de noviembre de 2012 a las 05:00 hrs.
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“Ya no podíamos convivir juntos, ni gobernar de una manera racional. La familia se ha escindido y nadie puede guiar la empresa”, sentenció Michel Lacoste, jefe del clan que controla a la prestigiosa marca de modas.

La compañía del “cocodrilo” vive desde hace meses una guerra de poder interna que podría terminar dejando a la marca francesa en manos del grupo suizo Maus Frères.

El conflicto se desató hace un mes, cuando Sophie Lacoste desbancó de la presidencia a su padre, que defendía como sucesora a su sobrina, Béryl Lacoste.

Tras la maniobra, el destronado patriarca llevó a la hija rebelde a los tribunales, y pidió que se anulara la votación. Para asegurarse de que Sophie no tuviera éxito, el ex directivo consiguió el apoyo de un grupo de accionistas y firmaron un acuerdo para vender una participación de 30% en el capital a Maus, que también distribuye las marcas Gant, Aigle y Parashop.

El grupo helvético, dueño de una licencia para la distribución de la marca, ya participaba en la propiedad de la firma francesa desde 1998, con 35% del capital. Y tras el acuerdo, ahora pasaría a convertirse en el accionista mayoritario.

“No quiero poner en peligro el futuro del grupo, que emplea a casi 30.000 personas en el mundo ”, dijo Michel Lacoste a Le Journal du Dimanche. “Nuestras querellas perturban el trabajo de estos equipos”.

Pero no fue su único incentivo. Lacoste habría vendido su parte por entre 300 y 400 millones de euros, lo que sitúa el valor de Lacoste en entre 1.000 y 1.250 millones de euros.



Un as bajo la manga


Al otro lado de la trinchera está Sophie Lacoste y otro grupo de accionistas que la apoyan. A este bando todavía les queda un as bajo la manga, pues tienen una opción de compra sobre los títulos del clan paterno. Sin embargo, no cuentan con suficiente capital. Por eso, necesitan encontrar a alguien que les financie 300 millones de euros.

El grupo PPR, de la familia Pinault, es una opción. Tras la venta de Fnac, PPR quiere concentrarse en el negocio de la moda y ha mostrado interés por quedarse con el cocodrilo. Pero Michel Lacoste, está tranquilo. “El desarrollo de la marca está ligado a Maus. PPR es libre de entrar en el juego, pero le puede costar muy caro”, advirtió.

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