Internacional

Latinoamérica se tiñe de rojo y Europa gira a la derecha para enfrentar la crisis

En nuestra región quedan sólo dos gobiernos de centro derecha. En el Viejo Continente, por el contrario, el socialismo...

Por: | Publicado: Lunes 13 de junio de 2011 a las 05:00 hrs.
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Por Isabel Ramos jeldres/Leonardo Ruiz pereira


La elección del nacionalista Ollanta Humala en Perú consolidó el cambio geopolítico que ya se estaba configurando en Latinoamérica. Ahora, nuestra región se ha desplazado casi completamente hacia la centro izquierda. La consolidación ha sido gradual, y coincide con el auge económico que siguió a la crisis financiera global.

En Europa, en cambio, se está viviendo el proceso contrario. El español José Luis Rodríguez Zapatero se mantiene como uno de los últimos bastiones del socialismo, en un continente que ha respondido a la crisis de deuda soberana con un vuelco hacia la derecha. Incluso él parece vivir sus últimos días a la cabeza de la Moncloa.



Latinoamérica hacia la izquierda


Latinoamérica se tiñe de rojo, dijo la semana pasada el presidente de Bolivia, Evo Morales, refiriéndose al giro que ha tomado la región hacia la izquierda. La mayoría se ubica ahora en ese lugar del espectro, dejando sólo a Chile y Colombia como los exponentes de liderazgos de centro derecha.

Primero fue Venezuela, después Bolivia y les siguieron Ecuador y Nicaragua. Ahora es Perú. Sin embargo, los expertos concuerdan en que el nuevo escenario no debería tener un impacto político o económico directo que afecte negativamente a Chile, considerando las buenas relaciones diplomáticas que tiene nuestro país.

“Que los países alrededor de Chile no tengan una tendencia similar a la nuestra, no implica cambios necesariamente en el sistema económico. El ejemplo más claro es Brasil, que tiene una presidenta que podría ser socialdemócrata en Chile y eso no significa que estén cerrados al comercio o a las inversiones chilenas o viceversa”, explicó a DF la investigadora del Programa Político del Instituto Libertad y Desarrollo, Claudia Hernández.

En tanto, el director del programa Análisis de Coyuntura de Chile 21, Gabriel Gaspar, destacó el éxito del caso colombiano, diciendo que “(el presidente) Juan Manuel Santos ha distendido las relaciones bilaterales y hoy tiene una sana relación con Venezuela y Ecuador y ha avanzado en distintos temas, como el retorno del ex presidente Manuel Zelaya a Honduras. Al mismo tiempo ha aumentado el intercambio comercial y en paralelo (Santos) tiene cerca de 80% de apoyo ciudadano sin haber aflojado la ofensiva contra las FARC”.



Arcoiris de opciones


Según Gastón Gaspar, la percepción de que el sólido desempeño económico alcanzado después de la crisis financiera global no ha llegado a todos los sectores de la población explicaría el triunfo de la izquierda en Latinoamérica.

“Pese a que (la sociedad) ve crecimiento económico, lo percibe como mezquino, porque no le llega. El común denominador es la crítica a la distribución no equitativa que tiene el modelo de crecimiento”, acotó, tomando como ejemplo el caso peruano.

Sin embargo, el experto aclaró que en la región no hay una sola izquierda, sino un “arcoiris de opciones”. Por ello, no se debe caer en caricaturizaciones como “el eje del Pacífico bueno o el eje del Atlántico malo”, porque no revelan realmente la diversidad regional.



Europa hacia la derecha


El fenómeno contrario es lo que se vive en el Viejo Continente. En 1995, diez de los quince Estados miembros de la Unión Europea estaban gobernados por socialistas. Hoy, de los 27 países que conforman el bloque, sólo España, Grecia, Chipre y Eslovenia son gobernados por socialistas, y en Austria existe un gobierno de coalición.

El dirigente socialista con más alto perfil es el presidente del gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, pero luego de que el PSOE perdiera de forma aplastante en las elecciones regionales del 22 de mayo, su líder parece tener los días contados.

La principal razón detrás del vuelco hacia la derecha es la debilitada posición en que quedó el bloque después de la crisis financiera global. A diferencia de Latinoamérica, que en 2009 se contrajo sólo 1,7%, la economía de la Unión Europea se hundió 4,1%, según datos del Fondo Monetario Internacional. Y lo peor estaría por llegar, con el estallido de la crisis de deuda soberana, que ha obligado al rescate internacional de Grecia, Irlanda y Portugal.

En el primer trimestre de este año, el PIB de la Unión subió 2,5% frente al mismo período de 2010, pero las diferencias entre el centro y la periferia son notorias. De acuerdo con cifras de la oficina de estadísticas del bloque, la Eurostat, Alemania creció 4,8%, Lituania 6,8% y Suecia 6,5%. En el otro costado, Grecia se contrajo 4,8% y Portugal cayó 0,7%.

Además, los países periféricos mantienen una deteriorada posición fiscal. Grecia tuvo una deuda gubernamental equivalente a 142,8% del PIB el año pasado, Italia exhibió un endeudamiento de 119%, Irlanda de 96,2% y Portugal de 93%, pese a que el Tratado de Maastricht establece que el endeudamiento de los países del bloque no debe superar un 60% del Producto.

Las medidas de austeridad y las privatizaciones que los gobiernos han adoptado para enfrentar el endeudamiento y el déficit podrían tener el efecto secundario de restar puntos al crecimiento, pero además acrecentar el desempleo, que en España llega a 20% y en Grecia supera el 16%.

En este escenario, el último de los gobiernos socialistas en sucumbir fue el del portugués José Sócrates, que en las elecciones parlamentarias del domingo 5 de junio perdió ante el Partido Social Demócrata, liderado por Pedro Passos Coelho.



¿El próximo?


Los expertos apuestan a que el próximo país en sucumbir ante la crisis de deuda podría ser Chipre. El país, que representa sólo a un 0,2% del PIB de la zona euro, tiene un déficit y una deuda mucho menores a países como Portugal e Irlanda, pero la elevada exposición de sus bancos a la deuda de Grecia lo hacen vulnerable.

“Hay un riesgo creciente de que Chipre se pueda unir a Grecia, Irlanda y Portugal. No es necesario, pero muchos indicadores apuntan hacia una solicitud de ayuda externa”, dijo a Reuters el estratega de tasa de interés de Commerzbank, David Schnautz. “Muchos inversionistas ven a Chipre demasiado cercano a Grecia, y si no quieren tocar a Grecia menos tocarán a Chipre”, acotó.

A fines de mayo, Fitch rebajó la calificación de la isla tres niveles, con perspectiva negativa, debido a que la reestructuración de la deuda griega obligaría al gobierno chipriota a gastar dinero en recapitalizar los bancos locales.

Con esto, el gobierno del comunista Dimitris Christofias está en riesgo de convertirse en la próxima víctima de la crisis de deuda soberana, y la izquierda perdería a otro de sus bastiones europeos.

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