Tras conocerse que el Banco Central Europeo (BCE) mantendrá la tasa de interés en 0,25%, el presidente de la entidad, Mario Draghi, aseguró que no existe un proceso de deflación en la eurozona, sino una inflación baja.
Draghi habló de "ajuste de precios relativo, pero no un proceso de deflación. Antes de adoptar cualquier decisión, tenemos que mirar qué es lo que está provocando que esa inflación sea baja".
El banquero italiano calificó la inflación baja como "un riesgo en sí mismo" y reconoció que si se extiende durante un tiempo prolongado hay que prestarle atención.
No obstante, Draghi señaló que los riesgos de la inflación "siguen equilibrados".
Además, confirmó que esperará a las previsiones de marzo sobre el PIB e inflación que incluirán hasta el año 2016 y recalcó que las expectativas a medio y largo plazo siguen firmemente ancladas en su objetivo de mantener la inflación cerca, pero por debajo del 2%.
"Los cambios en las condiciones en los mercados financieros y de dinero globales y las incertidumbres relacionadas, sobre todo en economías de mercado emergentes, pueden tener el potencial de afectar negativamente las condiciones económicas", dijo.
Uno de los asuntos que cobraba hoy más peso era que el BCE anunciara una medias como la suspensión de las operaciones semanales para esterilizar los bonos soberanos comprados por el BCE a través del SMP. Sin embargo, Draghi se ha limitado a decir que "lo están estudiando".