El Índice de Precios al Consumo (IPC) del Reino Unido se
situó en mayo en el 3,3 %, en tasa interanual, frente al 3 % del mes anterior,
la cifra más alta desde 1997, según los datos de la Oficina Nacional
de Estadística (ONS, en inglés) publicados hoy.
Por su parte, el Índice de Precios Minoristas (RPI en
inglés), que incluye el pago de los intereses de las hipotecas y que se utiliza
en este país para calcular los aumentos de sueldos, las pensiones, el impuesto
municipal y los pagos hipotecarios, se situó en el 4,3 %, frente al 4,2 % de
abril.
La ONS atribuyó el incremento de la inflación a las facturas
de los hogares en energía, que subieron un 11,2 % respecto al mismo mes de
2007, su mayor incremento desde enero de 1997, cuando comenzó a medirse el IPC,
y a los alimentos y las bebidas no alcohólicas, que se encarecieron un 7,8 %.
Asimismo, el transporte subió un 6,2 % (sin incluir el
impacto de los combustibles) y la educación, un 13,2 %.
El IPC se vuelve a situar por encima del objetivo del
Gobierno, fijado en el 2 %, y supera por segunda vez desde 1997 el 3 % que
obliga al gobernador del Banco de Inglaterra, Mervyn King, a enviar una carta
de explicación al ministro de Economía, Alistair Darling.
En su carta de hoy, King atribuyó el incremento de la
inflación al encarecimiento de los alimentos, el combustible, el gas y la
electricidad debido al "balance global" de la oferta y la demanda.