Swedish Automobile presentó una solicitud de quiebra de su filial Saab Automobile ante un tribunal de Suecia por la imposibilidad de asegurar la viabilidad económica del fabricante de vehículos sueco, lo que terminó con la batalla de los últimos nueve meses para rescatar a la firma.
Los problemas de efectivo de Saab comenzaron en marzo de este año, después de que las ventas de 2010 no cumplieran la meta. La firma no ha fabricado autos desde abril, después de estar 60 años sacando vehículos al mercado.
Pero lo que desató la decisión de acogerse a bancarrota fue que durante el fin de semana, la estadounidense General Motors (GM), ex dueña de la firma, pero que aún se mantiene como un proveedor clave, bloqueara un plan de rescate que involucraba a la automotriz china Youngman. El motivo: la oferta “no era significativamente diferente” a los otros planes que ya había rechazado porque afectaría a GM.
Swedish Automobile, que antes se llamaba Spyker Cars, dijo que después de que GM informó que no aprobaría el plan, la firma china dijo a Saab que “el financiamiento para continuar y completar la reorganización... no podría ser concluido”. Tras esto, el directorio de Saab decidió que la firma, sin más financiamiento, sería insolvente y que solicitar la quiebra era lo mejor para resguardar los intereses de los acreedores.
El plan establecía la creación de una nueva sociedad denominada Saab Auto Group, de la que Youngman habría tenido 60% y Pang Da, su socio chino, 40%, así como de dos filiales chinas.
La matriz sueca y los inversionistas chinos firmaron hace meses un acuerdo en el que se comprometían a invertir 245 millones de euros
(US$ 318 millones) y participar en el accionariado de Saab.
Aún es atractiva
Pero a pesar de este fracaso, aún hay posibilidades de que la firma sea rescatada si aparecen “inversionistas viables”, señaló a Bloomberg el jefe de producción, Mats Faegerhag. “Pero eso tendría que pasar rápido, en unas pocas semanas, porque nuestros empleados estarán buscando nuevos trabajos”. La fuerza laboral de Saab es de alrededor de 3.600 empleados, incluyendo los 3.400 en su planta sueca de Trollhaettan, aunque se calcula que cerca de 10.000 empleos en la zona dependen del fabricante de forma directa o indirecta.
Swedish Automobile, había planeado que Saab vendiera 120.000 vehículos y se volviera rentable hacia 2012. Las entregas de la automotriz, que alcanzaron un máximo de 133.000 autos en 2006, nunca cumplieron las metas intermedias de la matriz.
Las ventas totalizaron 31.696 automóviles en 2010, por debajo del objetivo de entre 50.000 y 60.000 unidades.