El presidente del Banco Central Europeo
(BCE), Jean-Claude Trichet, afirmó hoy que "considerar 2010 como el
año de la recuperación es una buena hipótesis", aunque auguró que el
2009 será "muy difícil".
"Después de haber subestimado los riesgos en 2008 y 2009, sería
quizás un grave error para los actores privados" volver a cometer el
mismo fallo en el mediano plazo que se sitúa a partir de 2010, declaró
Trichet en un coloquio celebrado en París por la entidad francesa de
créditos a la exportación Coface.
El presidente del BCE subrayó también la importancia de la
"confianza", que describió como "el ingrediente más preciado
actualmente, y el que más escasea".
Apoyó dicha confianza en la economía internacional en pilares
como la reacción de las autoridades públicas, el potencial de
crecimiento de las grandes economías emergentes, la aceleración del
progreso tecnológico y la caída del precio del petróleo.
Calificó además el sistema financiero actual de excesivamente
frágil y afirmó que es necesario acometer reformas ambiciosas para
"reforzar considerablemente la resistencia a los choques de la
economía de mercado global".
En su intervención, Trichet criticó también la "opacidad y
complejidad" de los productos financieros y llamó a que se ponga fin
a la búsqueda del rendimiento a corto plazo en el sector financiero,
que llama a la cultura del "bonus".
Esa actitud tiende a animar a la toma de excesivos riesgos y
puede crear "incitaciones perversas a todos los niveles en el seno
de una institución financiera".
Esta mañana la Comisión Europea (CE) afirmó también que la región no retomará el
crecimiento hasta 2010.