Bolsa de Santiago cayó más de 7% en la semana y es una de las más golpeadas del globo

Una semana para el olvido tuvo la Bolsa de Comercio de Santiago. Es que las acciones completaron hoy su séptima caída consecutiva, desempeño que deja al mercado local como uno de los más golpeados de todo el mundo y a noviembre como uno de los más negativos desde que se tiene registro.

Al cierre de las operaciones, el IPSA, el principal indicador de Santiago, perdió 1,46% que lo arrastró por debajo de los 4.000 puntos (3.955,25). Con este resultado, el selectivo acumuló un retroceso de 7,26% en la semana y de 9,8% en siete jornadas, superando por mucho las caídas que en ese mismo lapso registró el Dow Jones (4,58%), el S&P 500 (4,72%), el Euro Stoxx 50 (5,61%).

En este contexto, el IPSA, el principal indicador de Santiago, perdió 1,46%, alcanzando las 3.955,255 unidades, sumando un retroceso en toda la semana de 7,26 % y rompiendo la barrera de los 4 mil puntos.

En tanto, el Igpa hizo lo propio con una variación negativa de 1,21%, hasta los 19.256,37 enteros. El Inter 10, por su parte, cayó 0,95%, alcanzando los 5.042,33 puntos.

Los sectores que lideran las bajas en la plaza local fueron Construcción e Inmobiliaria, con -2,33%; Commodities con -1,98% y Retail, con -1,92%.

Por su parte, los papeles que registran las mayores pérdidas de la sesión son Viconto (-8,33), Enjoy (-6,09 %) y Essbío-C (-5,88).

En tanto, el otro lado de la moneda lo vivieron las acciones de Camanchaca, Cruz Blanca e IAM, que avanzaron 4,35% , 4,30 % y 2,70%, respectivamente.

La crisis

Pocas bolsas tuvieron a nivel mundial un desempeño tan magro como el chileno en estos cinco días de aversión total al riesgo. Con un derrumbe de 8,50%, la Bolsa de Milán fue una de las pocas que superó en pérdidas a la bolsa local. En América ningún índice superó los retrocesos del IPSA.

La semana estuvo marcada, sin lugar a dudas, por el temor total de los inversionistas por la crisis de deuda en Europa que sigue dando muestras de propagación. Esto se ha traducido en una serie de recortes en las notas de deuda de países de la zona euro e instituciones finanacieras.

Los problemas se han agravado en los últimos días en el bloque europeo debido a los altísimos costos que están teniendo esos países para conseguir financiamiento en los mercados internacionales. Las tasas de interés y rendimiento de los bonos se encuentran en niveles no vistos desde el inicio de la zona euro.

La crisis de Europa aumenta aún más las señales de desaceleración global y, por ende, el apetito de riesgo. El PIB de Estados Unidos y datos de crecimiento decepcionantes en Europa y China (PMI manufacturero) confirman el empeoramiento de la situación.