La bolsa de Estados Unidos seguía en plan de batir récords este jueves, dado que nada frena por ahora el optimismo de tasas de interés que desataron el cierre del gobierno federal y los últimos datos negativos de empleo privado.
El Nasdaq escalaba 0,6%, el S&P 500 ganaba 0,3% y el Dow Jones subía 0,1% en la apertura de la bolsa neoyorquina, con lo que el S&P 500 logaría su trigésimo máximo histórico del año si se mantiene positivo hasta el cierre.
Esto, después de que ayer cerró por primera vez sobre 6.700 puntos, en parte gracias a la perspectiva de menores tasas de interés, una de las consecuencias previstas del freno presupuestario en Washington y la sorpresiva destrucción de nóminas privadas en el informe de ADP.
En la Bolsa de Santiago, el S&P IPSA subía 0,1% a 8.951,49 puntos con el liderazgo de SQM-B (1,3%), que por su alta ponderación le daba un empuje relevante. Y así el índice busca resurgir tras ser arrastrado por el débil Imacec de agosto y la crisis de Argentina.
El resto del mundo se pliega a las compras generalizadas de acciones. Mirando hacia Europa, el continental Euro Stoxx 50 avanzaba 1,5% a nuevos máximos históricos, mientras que el FTSE 100 de Londres se mantenía estable, también en niveles récord.
Al cierre de las bolsas asiáticas, el japonés Nikkei creció 0,9% y el hongkonés Hang Seng, de vuelta de un receso, avanzó 1,6% a nuevos máximos desde julio de 2021. Las plazas de Shenzhen y Shanghái permanecieron cerradas, por la Semana Dorada de China.
"Dado que parece poco probable que el informe sobre el empleo no agrícola de mañana se publique a tiempo debido al cierre del gobierno, los principales índices de EEUU han subido ligeramente este jueves por la mañana gracias a la menor volatilidad, mientras los inversionistas siguen la tendencia", dijo el estratega jefe de trading y derivados de Charles Schwab, Joe Mazzola.
El presidente Donald Trump dijo que el cierre de gobierno le da una "oportunidad sin precedentes" para recortar gasto de posiciones demócratas en agencias de gobierno, sin dejar de culpar al partido opositor por la situación de estancamiento a la que llegó el país norteamericano.
Según Mazzola, "un cierre rápido que retrase el informe de nóminas unos días podría no tener repercusión, pero uno prolongado que también amenace la publicación de los datos de inflación de mediados de mes podría mantener a la Reserva Federal al margen, sin estar dispuesta a recortar las tasas en su reunión de finales de octubre sin los datos".
Por ahora, el mercado sigue dando por hecho que la Fed nuevamente bajará la tasa oficial en octubre, y descuenta alrededor de 85% de probabilidad de que también lo haga en diciembre, según los precios de futuros y swaps. A estos suman dos recortes más si se mira un horizonte de 12 meses hacia adelante.