La crisis financiera continúa causando estragos en Estados
Unidos. Es que las autoridades tuvieron que intervenir anoche siete bancos,
seis de ellos en el estado de Illinois y uno en Texas, con lo que las quiebras
en lo que va de año se elevan a 52, el nivel más alto desde 1992.
Desde el comienzo del año han sido cerrados doce bancos en ese
Estado, convirtiéndose así en el que más quiebras bancarias ha tenido que
soportar. Las siete entidades, que fueron intervenidas anoche por el
Departamento de Regulación Financiera y de Profesionales y por la Agencia Federal de
Garantías de Depósitos Bancarios (FDIC por sus siglas en inglés), acumulaban
activos por un total de US$ 1.490 millones y depósitos por US$ 1.340 millones.
Los seis bancos que se cerraron anoche en el estado de
Illinois estaban controlados por la misma familia y tenían un modelo de negocio
similar, según la FDIC.
Los reguladores estadounidenses han intervenido un total de
52 entidades desde comienzos del año, una cantidad que ya duplica las 25
intervenciones que fueron realizadas en el conjunto de 2008 y sobrepasas las 50
de 1993. Un año antes, en 1992, se realizaron 181 intervenciones o rescates.
En concreto, la entidad bancaria John Warner State con sede
en Lincoln, en el estado de Illinois, fue intervenida por el Departamento de
Regulación Financiera y de Profesionales, mientras que el FDIC se ha hecho
cargo de la entidad para después vender sus depósitos y activos al State Bank
of Lincoln.
Otros de los bancos intervenidos fueron el First State Bank
of Winchester, cuyo receptor fue el FDIC, que ha su vez ha vendido los activos
y depósitos del banco de Winchester al First National Bank of Beardstown. Por
otro lado, el Rock River Bank de Oregon también ha sido cerrado por las
autoridades y entregado al FDIC, que a su vez ha hecho lo propio y ha vendido
sus depósitos y activos al Harvard State Bank.