La primera emisión de deuda desde la rebaja de rating de
S&P se saldó con la colocación de sólo 2.345 millones de euros (US$ 2.985
millones), lejos del máximo previsto de 3.000 millones (US$ 3.818 millones), y
la mitad de los 4.500 (US$ 5.727 millones) adjudicados en la anterior subasta
de bonos a cinco años.
El interés de estos títulos ha escalado un 26%, hasta el
3,58%, el doble que el 1,78% de la deuda alemana equivalente.
España ha recibido peticiones por valor de 5.522 millones de
euros (US$ 7.028 millones) y ha decidido aceptar la mitad. El tipo de interés
medio ha sido del 3,53%. En términos absolutos, es la colocación más cara desde
noviembre de 2008, pero la ratio de cobertura ha sido de 2,35 veces, la más
elevada de todas las subastas realizadas este año.
Además, el tipo marginal ha sido ligeramente inferior al
tipo de interés al que cotizaba un bono español al mismo plazo en el mercado
secundario en esos momentos.
El contexto extremadamente delicado por el que atraviesan
los mercados de deuda, en especial los periféricos, había llevado ya al Tesoro español
a rebajar sus objetivos para la emisión de hoy.