Cuentas alegres sacaron al final de la sesión de ayer las principales bolsas del mundo, beneficiadas por los rumores de que el Banco Central Europeo (BCE) ampliaría su programa de estímulos, incluyendo ahora la compra de deuda corporativa. De esta forma, los índices lograron recuperar algo del terreno perdido en las sesiones anteriores, cuando fueron impactados por las dudas en torno a la recuperación de los países de la zona.
Entre las plazas de referencia, el IBEX-35 de la Bolsa de Madrid lideró los avances, tras rentar 2,39%; seguido del CAC-40 de París, que recuperó 2,25%, mientras que el DAX de Fráncfort y el FTSE-100 de Londres subieron 1,94% y 1,68%, respectivamente. La bolsa griega fue la que anotó la mayor alza al ganar 5,64%, en circunstancias que el promedio de avance diario de las 30 principales ruedas fue de 1,6%.
Pese a esto, la incertidumbre respecto al futuro de la eurozona persisten.
Para Axel Christensen, director de Estrategia para América Latina de BlackRock, una nueva medida por parte del BCE -de existir- debe ser suficientemente efectiva para dar cuenta que se hará todo lo que sea necesario para reactivar a la eurozona, como declaró su presidente Mario Draghi algunos años atrás, "lo que fue un punto de inflexión para sacar a la Unión Europea (UE) de la crisis".
Lo anterior toma mucha más fuerza en el ambiente actual de los mercados globales, con mayor volatilidad y, por lo mismo, mucho más sensible a las novedades.
"Por ello, es muy probable que el BCE siga muy de cerca la evolución de indicadores de actividad económica en la UE, para calibrar la necesidad de hacer anuncios adicionales en su próxima reunión (el próximo 6 de noviembre), o incluso antes si fuese necesario. Ahora bien, el principal factor de estímulo de los anuncios del BCE probablemente no sea en un repunte en la actividad crediticia sino a través de la depreciación del euro, que ayude a ganar competitividad a sectores exportadores europeos incluyendo, por cierto, a Alemania", explicó Christensen.
El gerente de Estudios de Octogone Chile, Milenko Mitrovic, coincidió en que se puede esperar una señal más agresiva de parte del BCE si persisten riesgos de deflación para la Eurozona. Pero, añadió, esto podría ser insuficiente para satisfacer las expectativas del mercado, ya que "espera una reacción similar a la que tuvo la Reserva Federal durante la última crisis en Estados Unidos".
"Si bien el BCE ha bajado gradualmente a prácticamente cero la tasa de interés, los programas de compra de activos financieros no son tan claros en términos de tamaño y existe un gran debate sobre qué riesgo puede o no asumir el BCE a la hora de comprar distintos tipos de activos", argumentó el analista, quien además recordó que Alemania se opone a la compra de bonos gubernamentales de países que no hayan hecho la tarea de restructurar.
Aseguró que la preocupación por no sorprender al mercado es un tema clave para el BCE.
"En el caso de la Fed esto ha resultado bastante bien. A medida que esto mejore en Europa, debiese irse disipando la volatilidad y finalmente traspasándose a los mercados financieros", concluyó.

