Hasta el momento nada ha hecho cambiar el escenario para que el precio del cobre suba.
Las preocupaciones que surgen sobre el crecimiento económico de China, a lo que se suma la decisión de la semana pasada de debilitar el yuan llevaron a que ayer el metal cayera nuevamente. Esta vez el commodity bajó 1,07% a US$ 2,31 la libra en a Bolsa de Metales de Londres, por lo que llegó a su menor valor desde julio de 2009.
La medida del gobierno asiático se tomó como una señal de que las autoridades de ese país están preocupados de que una desaceleración económica se convierta en un aterrizaje forzoso.
"La debilidad de los metales básicos están muy relacionados con los crecientes temores sobre lo que está pasando en China, sobre todo después del choque de la divisa de la semana pasada", dijo el analista de Julius Baer, Carsten Menke.
La demanda de cobre por parte de China seguirá empeorando este año. Así lo cree Barclays, quien considera en un reciente informe que lo que ocurre en China es más bien "un aterrizaje forzoso", añadiendo que el crecimiento de la demanda de ese país depende de la estabilización por medio de la introducción de medidas de estímulos.
Añade además, que la reciente devaluación de la moneda china, no es algo positivo para el cobre, considerando que casi el 70% de las importaciones del metal que hace el país se usan en la construcción e infraestructura eléctrica.
Dudas desde Estados Unidos
A los problemas que ha traído para el cobre China en las últimas semanas, ahora se suma una preocupación que viene desde Estados Unidos. Ayer se conoció que indicador fabril en el estado de Nueva York tuvo su mayor caída desde el 2009.
"La caída del cobre sigue siendo una continuación de las preocupaciones sobre la economía global y China", dijo Frank Cholly, estratega senior de mercado de RJO Futures en Chicago, añadiendo que "el cobre es un muy buen indicador de la salud de la economía."