El mal año de los mercados emergentes vivió un nuevo episodio la semana pasada cuando China, el principal socio comercial de este conjunto de países, devaluó su moneda no una vez, sino que tres, repercutiendo así en todos los mercados, especialmente en el de commodities.
Para los mercados emergentes, China ha sido más que un dolor de cabeza, ya que se le responsabiliza, en gran parte, de la baja de más de 40% en el precio de algunas materias primas, desde 2011.
Y esto continúa. Una nueva amenaza se puede estar incubando luego de la desvalorización de la moneda china; la deflación.
"Una desaceleración en la segunda mayor economía del mundo, por ejemplo, está obligada a tener efectos de segundo orden sobre la demanda. La deflación en China ejerce presión sobre las empresas en otros mercados emergentes, para reducir los precios", consigna The Economist.
Según lo indicado por Goldman Sachs en un reciente informe, lo que ha pasado con el gigante asiático sugiere que las condiciones económicas mundiales han tomado un giro para peor, creando más presión a la baja para los mercados de materias primas.
"La devaluación del yuan ha sido importante para los mercados de commodities, y creemos que esto sugiere que las condiciones macroeconómicas globales han cambiado", señala el reporte.
Desde Goldman van más allá, e indican que, incluso China, ahora se ha unido a la espiral de reacciones adversas que se está produciendo entre la deflación de las materias primas, el crecimiento y las tendencias de desapalancamiento. "Creemos que los efectos sobre el mercado de las materias primas son bajistas".
Acero y aluminio entre los más afectados
El banco de inversión dijo que ve una presión determinada a la baja sobre los precios de algunos productos, como el acero o el aluminio, ya que todo lo que ha pasado incentivaría la producción interna en China.
"Una débil paridad entre el dólar y el yuan podía llevar a que los márgenes de los exportadores de materias primas chinas mejoren y permitir que los productores comiencen a ponerse al día con otros productores de los mercados emergentes, que ya se han beneficiado de la depreciación cambiaria", dijo la entidad.
Precisa que no sólo algunos minerales se verían afectados, ya que asegura que podría impulsar la oferta de otras materias primas que reúnan ciertas condiciones: primero, tienen que ser exportaciones que tengan una alta proporción de los costos en yuanes, y en segundo lugar, que los productores ya no estén muy por encima del costo marginal en las curvas de suministro globales.