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Especialistas alertan: en la dosis del endulzante está el riesgo

En Europa las personas procuran un consumo informado para evitar potenciales amenazas a la salud, mientras que en Asia, ingestas excesivas no son un problema pues el umbral del dulzor no es tan alto.

Por: Fabiola Venegas | Publicado: Miércoles 31 de enero de 2018 a las 04:00 hrs.
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La prevalencia por alimentos o bebidas endulzadas, ya sea a través de azúcar, miel o ágave o bien con sustitutos no calóricos conocidos como edulcorantes –naturales, como la estevia o artificiales como el aspartamo o la sucralosa-, dista bastante entre cada país.

En Europa las personas procuran un consumo informado para evitar potenciales amenazas a la salud, mientras que en Asia, ingestas excesivas no son un problema pues el umbral del dulzor no es tan alto.

En Estados Unidos, en cambio, hay un exceso de consumo. Ya en 2016 la ingesta de edulcorantes colóricos fue superior a los 58 kilos por persona, mientras que el azúcar refinada representaba un 54,4% del total, según datos del Departamento de Agricultura de ese país.

Chile -que lidera el consumo de bebidas azucaradas per cápita del mundo según la revista científica The Lancet- se comporta más cercano a este tipo de patrones, según expone el asesor de la Corporación Nacional de Consumidores y Usuarios (Conadecus), Paolo Castro.

“Chile tiene una población que está cambiando sus hábitos alimentarios hacia distintas modas ligadas a comidas ultraprocesadas que puedan permear y es una de las cosas que puede generar más riesgo”, explica.

Bajo la lupa

Según el académico investigador de la Universidad San Sebastián (USS), Samuel Durán, “al chileno le gusta el dulzor como sea, en edulcorantes o azúcar por un tema cultural”.

Pero en 2016 con la entrada en vigencia de la Ley de Etiquetado, los endulzantes no calóricos comenzaron a tener más cabida en las preferencias de los consumidores locales.

A falta de cifras exhaustivas que dieran cuenta de la magnitud de dicho crecimiento se encendieron las alarmas en torno a su verdadera inocuidad, sobre todo para aquellos grupos de riesgo, entre ellos menores y diabéticos.

Así, desde que el azúcar se convirtió en un enemigo para la alimentación saludable, los endulzantes son añadidos a todo tipo de productos para niños, adultos y especialmente para pacientes diabéticos.

Sin embargo aquí surge una interrogante. Bajo este escenario ¿se cumple con la normativa del IDA (Ingesta Diaria Admitida) para Chile?

Una investigación realizada por KantarWorldPanel Chile, por encargo de Coca-Cola Chile, al que tuvo acceso exclusivo Diario Financiero, revela que el consumo per cápita diario promedio en Chile, en cada uno de los 18 tipos de edulcorantes analizados, aún está muy por debajo de la norma establecida, alcanzando a lo más un 10% del valor (0,39 mg/kg peso corporal) en el caso de la estevia, que según el mismo sondeo es el único que ha crecido en consumo durante los últimos años.

Para ello se creó una canasta con los endulzantes no calóricos de mayor penetración en los hogares de Chile ¿El resultado? el tipo de endulzante más utilizado es la sucralosa, presente en productos de casi todas las categorías bajo estudio.

Monitoreo de dosis

Si bien estos resultados deberían dejar tranquilos a quienes miran con recelo este tipo de productos, lo cierto es que Chile tiene el triste récord de consumir 142 gramos diarios de azúcar según cifras de la consultora Euromonitor.

¿Cuál es el camino a seguir entonces? “Como el azúcar ya es un riesgo, hay que evaluar si los edulcorantes lo son también de existir o no una exposición medida en frecuencia y cantidad que lo pueda generar”, asevera Castro.

En opinión del investigador de la USS, “no es que el azúcar o los edulcorantes por sí solos sean dañinos. Tiene que ver con la dosis que estamos consumiendo”.

El también vice presidente del Colegio de Nutricionistas agrega que como los endulzantes están en altas concentraciones, y un ejemplo es la sucralosa artificial que es 600 veces más dulce que el azúcar tradicional, la moderación es clave. Por lo mismo, “su uso tiene sentido cuando está asociado a hábitos alimenticios saludables”, repara. Además, es enfático en alertar sobre la prohibición del consumo de cualquier tipo de endulzante a menores de dos años.

Para la nutricionista de la Clínica Vespucio, Paulina Mella, lo ideal es tener una variedad de estos endulzantes y de esa manera no abusar de alguno en particular”.

Castro también aconseja bajar los altos niveles de acostumbramiento al dulzor y subyara la necesidad de que el Ministerio de Salud verifique y monitoree cada tres años la tasa de crecimiento de la ingesta de edulcorantes así como identificar a los grupos de riesgo.

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