Apple Inc. ha recibido abundantes críticas desde Wall Street por no gastar con la misma agresividad en inteligencia artificial (IA) que sus rivales del Big Tech. Pero esa estrategia, de pronto, se ha convertido en una bendición para el fabricante del iPhone.
Los inversionistas han comenzado a examinar con mayor atención las enormes sumas que compañías como OpenAI, Meta Platforms Inc. y Microsoft Corp. están destinando a la IA, lo que ha generado una fuerte volatilidad en acciones que hasta hace poco lideraban el impulso del mercado. Como resultado, la posición de Apple está siendo reevaluada.
Aunque aún se la considera una potencial ganadora en el ámbito de la IA, no carga con el riesgo de grandes gastos de capital y mantiene una amplia reserva de efectivo. Esto convierte a las acciones de Apple en un posible refugio dentro del sector tecnológico si el comercio de la IA sigue decayendo.
“El resguardo es que sigue siendo una empresa tecnológica, pero no una empresa de IA”, explicó Brian Mulberry, gerente de portafolio de clientes en Zacks Investment Management. “Existe esta percepción positiva hacia Apple de que no tiene que responder la gran pregunta que todos los demás enfrentan: ¿cuál es el retorno sobre el capital invertido en todas esas otras áreas?”.
La tesis es sencilla. Apple se beneficiará al incorporar modelos desarrollados por otras compañías para ofrecer funciones de IA a sus millones de usuarios, evitando gran parte del gasto que implica desarrollar sus propias capacidades, como sí están haciendo muchas de sus competidoras de gran capitalización.
“Apple es la menos expuesta a la IA dentro del grupo de las ‘Magníficas 7’, tanto en términos de gasto como de apalancamiento”, señaló Brian Pollak, gerente de portafolio y jefe del comité de política de inversiones en Evercore. “Es totalmente cierto que puede ser una beneficiaria de la IA sin tener que invertir todo el capital que sus pares están desembolsando”.
Ante la competencia
Se espera que los gastos de capital de Apple alcancen unos US$ 14 mil millones en su actual año fiscal, que termina en septiembre de 2026. En comparación, se proyecta que Microsoft supere los US$ 94 mil millones en su ejercicio fiscal que concluye en junio, y Meta -una empresa con la mitad del tamaño de Apple- destine más de US$ 70 mil millones en 2025.
Esa diferencia también se refleja en el comportamiento bursátil. En un año dominado por la euforia de la IA, Apple es la de peor desempeño dentro del índice Bloomberg Magnificent 7, con un alza de solo 7,6% en 2025, frente al salto de 53% de Alphabet Inc. y el 48% de Nvidia Corp. Incluso los índices S&P 500 y Nasdaq 100 la superan con holgura este año.
Sin embargo, cuando las acciones tecnológicas sufrieron la semana pasada por las crecientes preocupaciones sobre el gasto en IA, Apple superó a sus rivales y a los índices: cerró las cinco sesiones prácticamente sin cambios, mientras los demás cayeron con fuerza. De hecho, en la segunda mitad del año las acciones de Apple han subido 31%, superando ampliamente al S&P 500, al Nasdaq 100 y a muchos de sus competidores del Big Tech.
“Tiene un balance tan sólido, un flujo de caja tan fuerte y una barrera competitiva tan amplia”, afirmó Pollak. “Todo eso la hace más defensiva que las compañías que han gastado mucho más en IA y están más expuestas a ella”.
Incluso este lunes, la diferencia era evidente. Las acciones vinculadas a la IA subieron con el renovado optimismo por el fin del cierre del gobierno estadounidense, mientras Apple se mantenía estable debido a las preocupaciones por retrasos en la próxima versión del iPhone Air.
Este tratamiento diferenciado es clave, ya que los inversionistas comienzan a inquietarse por el nivel de gasto en IA y quieren ver retornos concretos de esas inversiones.
“El impulso se está desacelerando y hay menos interés en comprar en las caídas”, dijo Mark Grant, estratega global jefe en Colliers Securities. “Las valoraciones de algunas de estas acciones de IA se han salido de control”.
Las acciones de Apple subieron casi 3% al día siguiente de su último informe de resultados, pese a mostrar una sorpresiva caída en los ingresos provenientes de China. En contraste, algunos de sus pares del grupo Magnificent 7 -incluidos Meta y Microsoft- fueron castigados por su elevado gasto de capital y proyecciones de ingresos decepcionantes.
Las acciones de Meta, por ejemplo, se desplomaron más de 11% el 30 de octubre -su peor jornada en tres años- después de que su CEO, Mark Zuckerberg, enfatizara durante la conferencia de resultados la necesidad de gastar aún más en IA.
Con todo, persiste un alto nivel de optimismo respecto a la inteligencia artificial, y las megacorporaciones no corren peligro de perder su estatus entre las acciones más populares del mercado. El escepticismo es saludable, aunque está siendo “exagerado”, según el analista de Bank of America, Vivek Arya.
“El escepticismo generalizado frente al gasto en IA es comprensible, pero probablemente sea un factor positivo desde una perspectiva contraria, ya que ayuda a evitar la sobreacumulación”, escribió en una nota del 10 de noviembre. La reciente debilidad, añadió, responde a factores no relacionados, como el cierre del gobierno, mientras que “la demanda subyacente sigue siendo sólida”.
Todo esto deja a los inversionistas preguntándose cuál es el papel de Apple en un mercado bursátil dominado por el crecimiento de la IA. ¿Es un resguardo frente a una posible caída repentina? ¿O simplemente una acción del Big Tech que no logra capitalizar plenamente la tendencia actual?
“Creo que Apple no es un refugio; es simplemente una acción rezagada”, opinó Vikram Rai, gerente de portafolio y operador macro en First New York. “No creo que te dé el impulso que buscas para generar alfa en tu portafolio”.