En el mismo mes en que estalló la controversia por las deudas del Minvu, Alfredo Echavarría cumplió un año al mando de la Cámara Chilena de la Construcción (CChC). Ingeniero civil de la Universidad de Chile y con casi medio siglo en el rubro, asumió en septiembre de 2024 con una agenda enfocada en la reactivación, el destrabe de permisos y la productividad. Hoy atraviesa un complejo momento al mando del gremio: bajo reserva, distintas empresas socias cuestionan que él no ha sido lo suficientemente severo con el gobierno en medio de atrasos de pagos que hoy amenazan la continuidad de constructoras y proveedores.
El contexto es conocido: la semana pasada DF reveló que la industria calcula una mora del Minvu que, según algunas empresas y gremios, supera los US$ 1.000 millones. El Gobierno lo negó y sostuvo que la cifra real es menos de un noveno de ese monto. A pesar de eso, esta semana Montes anunció una auditoría “para estudiar las cuentas y ver cómo ocurrieron las cosas”. En paralelo, la Asociación de Desarrolladores de Viviendas Sociales (ADVS) advirtió un déficit de $312 mil millones en el Serviu Metropolitano y empresas como Ingevec han afirmado que “los montos dados a conocer recientemente resultan coherentes con las cifras que nosotros manejamos”.
En este escenario, Echavarría ha puesto matices. El miércoles, en Radio Pauta, aseguró que la cifra de US$ 1.000 millones —levantada por algunas empresas socias— “no nos cuadra”. Un día antes apareció junto al ministro Montes y al titular de Hacienda, Nicolás Grau, donde reconoció la existencia de deudas en contratos en ejecución y señaló que han trabajado casos directamente con el Minvu, con el compromiso de destrabarlos en el corto plazo.
Puertas adentro, sin embargo, no pocos le reclaman un tono más severo frente al Ejecutivo, considerando que los retrasos ya están afectando la caja y la continuidad de varias constructoras.
¿Quién es Echavarría? Casado, padre de cinco hijos, histórico del gremio y un declarado aficionado a la ópera y la poesía. Exvicepresidente de la Cámara —integró la mesa directiva que presidió Juan Armando Vicuña durante los dos años previos— llegó a la presidencia tras una elección competitiva. En segunda vuelta, su Lista B obtuvo 171 votos y se impuso a la Lista A, liderada por Jacqueline Gálvez, la primera mujer que aspiró al cargo y que venía de ejercer como vicepresidenta. Echavarría asumió prometiendo unidad y foco en el crecimiento. Hoy, eso sí, enfrenta el desafío de sostener esa promesa en medio de la mayor controversia que golpea a la industria en años.