Es probable que alguna vez hayas escuchado hablar de Polymarket. Si no, acá va una pequeña explicación: es una plataforma de predicciones basada en Nueva York que permite apostar sobre eventos del mundo real. Por ejemplo, puedes votar por quién ganará las próximas elecciones a gobernador en Nueva York, o si Nicolás Maduro dejará el poder en Venezuela en 2025, o quién se llevará el Oscar a mejor actor en 2026 (por ahora, Timothée Chalamet lidera con ventaja sobre Leonardo DiCaprio).
El sitio ha captado especialmente la atención de los más jóvenes. Tanto, que su fundador, Shayne Coplan, acaba de ser nombrado por Bloomberg como el empresario “self made” más joven de la historia. Todo esto, luego de que Intercontinental Exchange -la firma propietaria de la Bolsa de Nueva York- anunciara una inversión de hasta US$ 2.000 millones en su compañía, valorizándola en más de US$ 8.000 millones.
El caso de Polymarket demuestra el hambre que tiene Wall Street por este tipo de plataformas: a mediados de año, la Chicago Mercantile Exchange -un mercado de derivados financieros- se asoció con el sitio de apuestas deportivas FanDuel para empujar los “event contracts”. Estos son productos digitales que permiten tomar posiciones de “sí/no” desde US$ 1 sobre el S&P 500, petróleo, oro y datos como PIB e inflación. En simple, son pequeñas apuestas sobre eventos del mercado financiero y económico.
Algo similar ofrece la plataforma de inversiones Robinhood, pero en su caso enfocada en los deportes. Y en junio pasado, la competidora de Polymarket, Kalshi, levantó US$ 185 millones y alcanzó una valoración de US$ 2.000 millones. Todo esto ocurre en medio de una ola de nuevas regulaciones y revisiones estatales que buscan dar luz verde a los sitios de apuestas en Estados Unidos.
Al parecer, todos quieren predecir, todos quieren apostar. Y todo indica que muchos están ganando. Estas son algunas de las claves para entender este mundo.
¿Resultados?
A pesar del ruido, estos movimientos no han generado un crecimiento bursátil significativo en lo que va del año. Por ejemplo, Flutter, la firma detrás de FanDuel, se ha mantenido plana en 2025.
Aun así, varios anuncios y alianzas han aumentado el interés entre inversionistas y han elevado las expectativas en el rubro. Tanto, que se han creado vehículos dedicados a esta industria: el ETF BETZ -que invierte en Flutter, DraftKings, Betsson, entre otras firmas de apuestas- ha subido 21% en 2025; y el VanEck Video Gaming and eSports ETF acumula un crecimiento de más de 38%.
Por eso, muchos inversionistas buscan adelantarse y tomar posición en un mercado incipiente y aún no del todo regulado.
Y ahí, dicen, está la oportunidad.
Para Emanoelle Santos, analista de mercados de la plataforma global de inversiones XTB Latam, el crecimiento de este rubro “ha reconfigurado el mapa de la especulación digital, combinando elementos de mercado financiero, análisis de datos y entretenimiento”. Plataformas como Polymarket, dice, “no dependen del ‘resultado’ como una casa de apuestas tradicional, sino de la liquidez generada por usuarios que compran y venden contratos sobre eventos, desde decisiones de la Fed hasta la final de la NBA”.
Lo positivo de este modelo, agrega, es que “reduce la volatilidad operativa y amplía su margen de cobertura, lo que resulta atractivo para fondos que buscan exposición a nuevas formas de derivados financieros. Además, la generación más joven, que consume información y riesgo de forma interactiva, ha convertido este formato en una extensión de su comportamiento inversor”.
Para el experto, este momento “podría ser comparable al auge inicial de las criptomonedas. Es decir, una fase de alto riesgo regulatorio, pero también de innovación acelerada. Los fondos de capital riesgo, como Founders Fund o Paradigm, están apostando a que la frontera entre apuestas y finanzas se difumine, abriendo paso a instrumentos híbridos que sirvan tanto para cobertura como para entretenimiento”.
¿Y qué mirar? Santos apunta a un grupo de referentes, aunque la mayoría son privados. En Estados Unidos lideran Kalshi y Polymarket, seguidas por los movimientos de Robinhood y FanDuel. En Europa y Asia asoman nuevas plataformas, pero aún pequeñas.
Todavía es un mercado incipiente. Y ahí, dicen muchos, está la oportunidad.