El gerente de Bice Connect comenzó haciendo un paralelo entre la burocracia tradicional y la invisibilidad tecnológica, utilizando la historia de “Juan Pablo”, un tesorero que debe lidiar con múltiples dispositivos de seguridad para operar. “El banco, cuando deja de ser parte de una interfaz con un cliente, empieza a ser invisible. Y eso es lo que queremos hacer nosotros: que el banco esté en todos lados, pero no como un obstáculo”, apuntó Sebastián Fuenzalida, destacando la necesidad de eliminar la fricción en los servicios financieros.
En una presentación ágil, el ejecutivo contrastó la operación habitual de las empresas -basada en archivos Excel y cargas manuales- con la propuesta de dinero programable a través de APIs. Recordó con precisión el 26 de octubre, fecha en la que, junto al equipo de Shinkansen, movieron el primer peso en Chile mediante una API abierta de grado financiero. Así, presentó “la primera plataforma en Chile de Banking as a service”.
Desde ese hito, el crecimiento ha sido exponencial: hoy, cerca del 35% de todas las operaciones del Banco Bice se realizan por esta vía. “Lo que en realidad estamos haciendo es crear Legos para democratizar cómo las empresas se conectan a un banco”, explicó, destacando que ya cuentan con más de 100 clientes integrados, permitiendo construir soluciones a medida.
La audiencia pudo ver ejemplos concretos de este impacto, como la alianza con Mercado Pago que permite a tres millones de personas invertir sus fondos casi sin darse cuenta. Pero fue su visión sobre el futuro lo que capturó la atención, al proyectar el rol de la inteligencia artificial en las finanzas. Fuenzalida advirtió que un agente de IA puede sugerir cuándo comprar dólares, pero por sí solo no puede ejecutar la acción. “La inteligencia artificial sin manos no sirve de nada. Las APIs de Bice Connect son las manos de los agentes de inteligencia artificial”, sentenció, ilustrando cómo estas conexiones permitirán capturar eficiencia real con operaciones 24/7 y seguridad bancaria.
Para cerrar, Fuenzalida volvió a la imagen de “Juan Pablo” para recalcar que, detrás de los algoritmos y la automatización, el objetivo final es mejorar la calidad de vida y la operación de las personas. Destacó que el soporte no es solo tecnológico, sino humano, buscando que los empresarios puedan enfocarse en lo esencial: “Para que volvamos a conectar con lo que realmente nos importa, que es hacer crecer sus negocios”.