El vocero de Gobierno, Francisco Vidal, criticó la decisión del presidente boliviano Evo Morales de restringir el ingreso al país vecino de autos con una antigüedad de más de cinco años, afectando la venta de vehículos en Iquique y Arica.
"Ya sea por parte de Chile o de Bolivia, en este caso, cualquier cosa
que sea un impedimento para que las personas, las ideas y el comercio
fluyan entre uno y otro país, es obstáculo", dijo Vidal.
La Zona Franca de Iquique vende a Bolivia US$300 millones al año en autos usados y genera 13 mil empleos, los que hoy están en riesgo. También se ven afectadas las zonas francas bolivianas de La Paz, Santa Cruz,
Cochabamba y Oruro, donde 15 mil trabajadores viven del comercio y de
las actividades ligadas al cambio de automóviles.
"Está afectando básicamente a grupos en Bolivia e indirectamente a
personas en Chile, lo que demuestra una vez más que la integración
ayuda a tener menos problemas y que cualquier obstáculo a la
integración aviva los problemas", dijo el ministro.