El presidente de Viña Emiliana, Rafael Guilisasti es tajante. “2013 se espera sea uno de los años más difíciles que le ha tocado vivir a la industria vitivinícola nacional, debido principalmente a tres factores: apreciación del peso chileno frente a las principales divisas bajo las cuales exportamos, fuerte alza en los costos liderados principalmente por la mano de obra, la cual debido a la escasez de ésta y el aumento de los salarios relativos frente a otras industrias han hecho que este ítem sea de principal preocupación durante 2013 y el tercer elemento es la inestabilidad económica internacional especialmetne proveniente desde Europa lo que se traduce en una debilidad en el consumo internacional”, mencionó el empresario en su mensaje a los accionistas publicado en la memoria anual 2012 de la compañía.
Guilisasti agregó que estos tres factores adversos, sumado a lo competitivo que se presenta hoy el escenario internacional, “hace que tengamos que entender que el país ha cambiado y que la posición de Chile frente al mundo y sus precios relativos se ha transformado en un estándar internacional”. De ahí que para contrarrestar este fenómeno, el empresario señaló deberán ser más innovadores, y poner un esfuerzo “extra” para buscar soluciones alternativas para lograr recuperar la competitividad internacional que el sector ha perdido. “Es así como nuestra apuesta para el 2013 se focaliza principalmente en la búsqueda de una mayor eficiencia productiva tanto en el campo como en nuestras bodegas para así poder seguir manteniendo el posicionamiento alcanzado a nivel internacional”.
De este modo, la apuesta de la viña continuará siendo la producción de vinos orgánicos, nicho donde han logrado posicionarse a nivel global, alcanzando durante 2012 un crecimiento en las ventas de 15,1% respecto del año anterior. “Aunque también somos conscientes que aún nos queda camino por recorrer”, puntualizó.