Por Jorge Isla
Con su trayectoria en los máximos cargos ejecutivos de Falabella –donde estuvo 21 años- Paris y Viña San Pedro, y ahora en la presidencia de Abcdin, Pablo Turner ha sido protagonista y testigo privilegiado de la acelerada expansión del retail chileno en las últimas décadas. Un sitial desde donde analiza el estado actual de la industria en un escenario en que contrastan las agresivas inversiones locales y en varios mercados de la región, con un consumo que modera su crecimiento ante una perspectiva mundial incierta.
Aunque considera que el sector se mantiene en un nivel “razonable”, con indicadores que siguen positivos, destaca que las tasas no son las mismas de años anteriores. “Eso pudo provocar que muchos retailers se hayan encontrado con más inventarios del necesario para tasas de crecimiento eventualmente menores a lo planificado, lo que trae como consecuencia mayores castigos y esfuerzos de marketing”. A esto suman factores como el alza en el riesgo post La Polar, ”que provocó que el consumidor se asustara y algunos clientes dejaran de pagar” en la segunda mitad de 2011 y sus repercusiones con “una Ley Dicom muy mal explicada y a partir de la cual la gente presumió que eventualmente podría no pagar a futuro”.
A partir de este escenario, Turner entra en las claves que definen el futuro de la industria.
–¿Cuáles son los desafíos más urgentes para la industria?
–El cambio más significativo es la Tasa Máxima Convencional, tema por el cual hay que darle nuevas vueltas de tuerca al negocio crediticio. Este asunto tendrá que ser compensando, de alguna manera, con productividad, y las mejores empresas ya debieran estar trabajando en todos los ámbitos.
–¿En que factores deberían concentrarse los retailers?
–En general, el retail ha trabajado más en la primera línea que es vender, y hay que empezar a ver la línea de gastos, y reducir costos como la energía y la mano de obra, que suben significativamente. Básicamente, se trata de gestión de procesos, automatización e inversiones en tecnología. Y también disciplina: se ve harto gasto de marketing, grasa en el gasto publicitario y en un montón de temas que no han sido suficientemente determinados. Con mejores procesos, se puede distinguir lo productivo de lo que no lo es.
–¿Las empresas deberían reevaluar sus fuertes planes de inversión?
–Deben ser cautelosas con sus inversiones, pero, simultáneamente, debe tener suficientes oportunidades para poder maximizarlas. Las inversiones son deslumbrantes, pero si están mal evaluadas, se transforman en fuentes de no rentabilidad y gasto. En general, se ven tiendas que se están ampliando y a lo mejor era una buena estrategia mientras el consumo crecía a tasas muy significativas y habían menos metros cuadrados. Hoy es un tema discutible y se va a tener que estudiar.
–¿Deberían frenarse las inversiones en el mercado chileno?
–Depende. Si Chile va a tener un PGB per cápita de US$ 20 mil o cifras de ese orden, eso puede dar otros cinco o diez años. Hay que estar atentos. Y esto cambia de acuerdo al retail, hay formatos como el home premium center donde hay espacios para crecimientos significativos, ya que hay pocos operadores internacionales. Hay segmentos que están más y otros menos atendidos.
–¿Por ejemplo?
–En el road show de La Polar, se habló de ir a un segmento un poco más arriba –la clase media, media baja y media alta- donde ya están los grandes como Falabella, Paris y Ripley. Pero el que podría tener espacio es un segmento un poco más por debajo, donde están Hites y otros operadores, y que se puede ver beneficiado por las alzas de salarios y los mayores subsidios.
-¿Es necesario reevaluar la expansión internacional?
-Existen distintas circunstancias. En Colombia, el tema está en ir, invertir y tomar posiciones.