Banca / Instituciones Financieras

Aníbal Mosa y otros inversionistas demandan a VanTrust por fondos del Crucero Mundial

Reclaman incumplimiento de sus deberes en el manejo del fondo, por lo que piden se les paguen perjuicios por US$ 7 millones.

Por: Miguel Bermeo T. | Publicado: Martes 27 de octubre de 2015 a las 04:00 hrs.
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El llamado Crucero Mundial sigue dando dolores de cabeza a sus organizadores. Ya no sólo a la familia Musiet, sino que a otro de los socios: VanTrust Capital Asset Management.

El último capítulo se comenzó a escribir hace unos días, cuando varios inversionistas del Fondo de Inversión Privado (FIP) Crucero Mundial, creado por VanTrust, interpusieron un arbitraje ante el Centro de Arbitraje y Mediación de la Cámara de Comercio de Santiago, reclamando que se les devuelva el monto que invirtieron, más perjuicios.

En la lista de aportantes que forman parte del recurso contra la administradora y su socio y gerente general, Patricio Nazal, está el controlador de Blanco y Negro, Aníbal Mosa -que invirtió US$ 500 mil-; y Orlando Chacra, del grupo Phoenix, quien aportó US$ 1,75 millón.

Pero la acción también va contra los directores que tenía VanTrust en ese entonces: José Miguel Saavedra, director de empresas; Jorge Selman, ex socio de SalcoBrand; Víctor Sabag, Álvaro Eckholt y Julio Naray.

Mosa y los inversionistas -que aportaron un 45% del capital total- reclaman que todos los demandados incumplieron gravemente sus obligaciones tanto legales como contractuales, dolosa o al menos culpablemente, por lo que pide se les condene a pagar los perjuicios ocasionados, los que calculan en casi US$ 7 millones, considerando los US$ 2,93 millones que aportaron, más otros US$ 4 millones que dejaron de percibir por concepto de rentabilidad del negocio.

Las acusaciones

Los aportantes del vehículo de inversión reclaman que VanTrust y los directores no sólo incumplieron el estándar de diligencia que la ley exige, sino que, además, actuaron en beneficio propio pasando por alto la regulación respecto de conflictos de interés.

Además, acusan que VanTrust y Nazal administraron en forma deficientes los recursos del FIP ocasionando que el negocio que se proyectaba resultara un fracaso. En las cifras, señalan que en la sociedad se invirtieron US$ 7 millones, pero que finalmente arrojó pérdidas por más de US$ 12 millones.

En tercer lugar, dicen que VanTrust y Nazal obraron fuera del objetivo del FIP, y sin la autorización del Comité de Vigilancia ni de la Asamblea de Aportantes, al haber invertido en otros instrumentos que no eran objeto del fondo, en este caso, en la cadena de restaurantes Ruby Tuesday (ver recuadro).

Finalmente, los aportantes reclaman que los directores de VanTrust no velaron por el desempeño de la administradora del fondo y de lo realizado por Nazal en el manejo del FIP. A todo esto agregan que aunque exigieron rendición de cuentas, los demandados se han rehusado a entregar información.

La demanda será vista por el árbitro Arturo Irarrázaval y está a la espera de la contestación por parte de VanTrust, Nazal y los directores.


Quién es dueño de Ruby Tuesday
Imagen foto_00000011En julio pasado Carlos Musiet Harenque comentó a Diario Financiero que estaban negociando la venta de los diez restaurantes Ruby Tuesday para pagar a los bancos las deudas que les dejó el Crucero Mundial.

Sin embargo, la situación está entrampada. Esto porque VanTrust negoció entregar financiamiento adicional a los Musiet para el proyecto, a cambio de la cadena de restaurantes. La compra se hizo mediante dos vehículos: el FIP RT se quedó con 99.999 acciones; mientras que Tuesday SpA, ambas creadas por VanTrust, con una acción. El acuerdo, en todo caso, tenía cláusula de recompra, la que fue ejercida por los Musiet el año pasado.

El problema es que compraron las acciones en manos de Tuesday SpA, es decir, solo una acción. Nazal, en tanto, al recibir el rechazo de los aportantes del FIP Crucero Mundial, traspasó las acciones del FIP RT al fondo de Mosa y otros.

Hoy éstos reclaman que el fondo se quedó con una deuda que no le correspondería, pero que además, los diez locales de esa franquicia siguen siendo administrados por miembros del grupo Musiet, "quienes perciben los flujos que se obtienen de dicho negocio y los derivan a nueva sociedad relacionada con el grupo", indica el documento.


El proyecto
Los socios El acuerdo contemplaba que los Musiet tendrían el 60% del Crucero Mundial y el fondo un 40%. El problema, acusan los inversionistas, es que Nazal les hizo creer que el socio sería el FIP, aunque en la práctica fue VanTrust, por lo que las utilidades llegarían a la administradora, reclaman los demandantes.

Garantías Por el financiamiento entregado por el fondo, sus aportantes querían garantías, pero Nazal habría dicho que no era necesario, pues los Musiet eran "personas de gran solvencia".

Los problemas Los aportantes acusan que el negocio falló, entre otras razones, porque se negociaron contratos por montos muy altos y fuera de mercado, los que no se podían modificar. Además, se demoró mucho todo el proceso, por lo que los auspicios comprometidos se perdieron.


 

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