El aumento de capital del Banco de Chile, por US$ 485 millones, equivalentes a 3.385 millones de acciones, fue finalmente aprobado ayer en el marco de la junta extraordinaria de accionistas convocada por la institución. Allí se facultó además al directorio del banco para fijar el precio de colocación de dichos papeles, tras lo cual se abrirán dos períodos de opción preferente para los accionistas que quieran suscribir el aumento y mantener así su participación en el banco. Un proceso del cual no participará LQ Inversiones Financieras, el brazo a través del cual la familia Luksic controla el banco. Ello porque ayer la entidad manifestó su intención de renunciar a su derecho de suscripción preferente de las acciones de las que es titular para que éstas puedan ser vendidas en bolsa por el mismo banco bajo el esquema de subasta, lo que se espera se concrete en marzo.
Tras esta decisión -que según el presidente del Banco, Pablo Granifo, sólo busca dotar de mayor liquidez a la acción del Chile-, LQ diluirá su propiedad en el banco en cerca de un 2%. Participación que se divide en el control directo de 32,74% de las acciones del banco y un 28,97% adicional que controla indirectamente a través de la matriz de éste, SM- Chile.
Rol del Central
Respecto de las acciones prendadas a favor del Banco Central, de propiedad de SM Chile y la Sociedad Administradora de la Obligación Subordinada (SAOS), el ente emisor deberá determinar, transcurrido el período de suscripción preferente, el precio al cual éstas pueden adquirir los derechos de suscripción sobre dichos papeles.