Esto porque en la firma local, un 2% de la propiedad está en manos de accionistas minoritarios que podrían no acceder a vender al conglomerado basado en las islas británicas.
Y mientras Abra Group da por sentado que la operación se concretará, en la compañía chilena son más cautos y siempre hablan de “preacuerdo”, indicando que aún hay aspectos en negociación y que no está terminado el deal.
Más allá de esto, la transacción sacudirá la industria. Con la adquisición, se formará el segundo mayor operador de Sudamérica detrás de Latam, pero pisándole los talones a quien fuera el líder indiscutido del mercado aéreo regional.
Una presentación a inversionistas de Abra de septiembre de este año revela que, por ejemplo, en términos de aviones, la multinacional tiene 318 aeronaves, que se suman a las 36 de la aerolínea chilena. Y Latam Airlines tenía al primer semestre de este año 355 aviones.
Abra transportó a junio de este año 69 millones de pasajeros, lo mismo que ha movilizado SKY en sus 24 años de operación.
Sus ingresos totales ascienden a US$ 9.300 millones y tienen más de 30 mil empleados en los países en que operan, esto sin considerar lo que aportará la aerolínea chilena.
“El acuerdo permite la creación de una firma de tamaño similar al de Latam Airlines en términos de flota, número de destinos y países, lo que podría ser positivo al propiciar la competencia entre dos firmas de escalas comparables. A nivel latinoamericano, Latam Airlines mantiene su fortaleza en vuelos con origen en Chile y Perú, mientras que Abra Group es más fuerte en Colombia y Brasil”, explicó Nicolás Riquelme, académico de la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales de la Universidad de los Andes.

Lo que viene
La gran batalla de SKY y Abra Group es en Chile. La aerolínea fundada por Jürgen Paulmann hace 24 años tiene en el país el 19,5% de participación en vuelos domésticos y 12,4% en internacionales, siendo la segunda compañía del sector más importante en los mercados domésticos de Chile y Perú, aunque tiene presencia en ocho países de América.
Según fuentes de mercado, se espera que las autoridades regulatorias tomen al menos nueve meses en dar el visto bueno al acuerdo, que este lunes entró a tramitarse en la Fiscalía Nacional Económica (FNE) de Chile y en la Comisión de Defensa de Libre Competencia del Indecopi de Perú.
SKY es asesorada en este proceso por Carey, con amplia experiencia en estas operaciones.
Pero quedan otras tres jurisdicciones a las que pedir permiso, a saber: Brasil, Colombia y Ecuador.
“El acuerdo permite la creación de una firma de tamaño similar al de Latam Airlines en términos de flota, número de destinos y países, lo que podría ser positivo al propiciar la competencia entre dos firmas de escalas comparables”, dice el experto Nicolás Riquelme, de la U. de los Andes.
En las próximas semanas se concretará la presentación a las respectivas autoridades de libre competencia de esos países.
En Chile, conocedores de la negociación afirman que la FNE demorará cuando mucho 90 días en aprobar la operación. Sin embargo, los expertos dicen otra cosa. “En Chile debería ser más complicado, porque, a vuelo de pájaro, la operación debería involucrar traslapes en varias rutas internacionales importantes para nuestro país (Santiago-Lima, Santiago-Sao Paulo / Río, Santiago-Bogotá)”, explicó Nader Mufdi, abogado especializado en libre competencia.
Riquelme, de la U. de los Andes, señaló que “el acuerdo no afecta las rutas nacionales directamente, dado que el Abra Group no tiene operaciones domésticas”.
Sin embargo, la eventual fusión podría complicarse en otros países. El abogado Nader Mufdi indica que el CADE, la autoridad brasileña de Competencia, “es exhaustivo en sus análisis, pero tengo la impresión de que en Brasil los efectos de la operación son más acotados”.
Las razones de SKY
Aunque los cimientos de este potencial acuerdo hay que buscarlos en el bono convertible por US$ 70 millones que Abra emitió para SKY en 2021, hay razones de mercado que también explican por qué se optó por este deal.
“En el mundo del transporte aéreo moderno, los acuerdos de colaboración, joint ventures o acuerdos comerciales entre líneas aéreas competidoras son una realidad necesaria para enfrentar las alzas de costos en un mercado cada vez más global y de jugadores continentales”, dijo Claudio Lizana, socio fundador de Estudio Lizana.
Un partícipe de la negociación detalló que la industria aérea es muy intensiva en capital y que por eso se requieren de grandes inversiones para mantener la flota de aeronaves óptima para la operación. “A SKY se le estaba haciendo cuesta arriba pagar sus deudas y tenía poco margen para maniobrar si existía una contingencia extraordinaria que afectara la operación”, explicó un conocedor de las tratativas.
En el sector destacan los buenos números de SKY. Desde 2021, ha incrementado más de 144% los pasajeros transportados como holding y ha pasado de tener 42 rutas a manejar 57 trayectos.
En Chile, la firma estima que logrará un incremento del 83% en pasajeros domésticos este año teniendo como año base el 2021.
En Perú, el incremento será de 106% en viajeros transportados, sumando ya 14 destinos nacionales, los principales del país.
Respecto al negocio internacional de la aerolínea presidida por Holger Paulmann, del 2021 al 2025 la variación porcentual de pasajeros será de casi 1.000%, pasando de 217 mil connueve rutas a 1,3 millones con 22 trayectos.