El primer día del último mes del año entregó señales auspiciosas para el cobre. La cotización al contado en la Bolsa de Metales de Londres (BML) llegó a los US$ 5,12 por libra, su mayor precio nominal del año y casi 7% por sobre igual lapso del año anterior.
“Es una muy buena noticia para Chile, porque dinamiza la economía y contribuye a un mayor financiamiento fiscal”, sintetiza Álvaro Merino Lacoste, director ejecutivo de Núcleo Minero. Por cada centavo de dólar promedio anual que aumenta el commodity, “el país percibe US$ 120 millones adicionales por concepto de exportaciones y el Fisco US$ 60 millones por mayor tributación”.
Sobre las razones tras el incremento, Juan Cristóbal Ciudad, experto de Plusmining, explica que es impulsado por un escenario favorable tanto en lo financiero como en lo productivo. En lo financiero, se ve “la debilidad del dólar ante inminentes recortes de tasas en EEUU, actúa como un catalizador de precios”.
El temor de que la oferta no alcance a satisfacer la demanda del metal rojo es otro frente que explica la mayor cotización, argumenta.

En ese sentido, Merino indica que las proyecciones para el 2025 eran un mercado en relativo equilibrio con un leve superávit. No obstante, agrega, hay restricciones en la producción ante una serie de eventos desafortunados ocurridos en el año.
En ese recuento de tragedias está el accidente en la mina Grasberg en Indonesia, que es el segundo yacimiento más relevante en producción de cobre después de Escondida; la inundación, en mayo, del complejo Kamoa-Kakula, en la República Democrática del Congo; a lo que se agrega el lamentable accidente en El Teniente en julio y menor producción de Chile, particularmente de Collahuasi. Por todo ello, Merino estima “un déficit en el mercado del cobre para el presente año”.
Coincide el coordinador de Mercado Minero de Cochilco, Víctor Garay. “Detrás de este salto está el creciente temor a una menor oferta, marcado por la expectativa de que las fundiciones chinas reduzcan su producción desde 2026 y por la escasez global de concentrados, que empieza a tensionar el mercado de manera estructural”, proyecta este experto.
Por todo lo anterior, los precios altos en el metal rojo se mantendrían en el año venidero. “El contexto de producción restringida, junto a una política monetaria más expansiva en EEUU, apoyan los mayores precios actuales y que se prolongarían al menos en 2026, no descartándose que se registren nuevos aumentos futuros”, proyecta Ciudad.
Víctor Garay, de Cochilco, advierte de un mercado frágil: “Los inventarios siguen bajos, el concentrado es cada vez más escaso y China podría recortar producción. Con este escenario, cualquier noticia de oferta mueve el precio con fuerza y está generando una prima de riesgo que podría sostener valores elevados durante 2025 y 2026”.