El Banco
Central de Australia (Reserve Bank of Australia, RBS, según sus siglas en
inglés) subió sorpresivamente las tasas en un cuarto de punto, hasta el 4,75%.
Se trata de
la primera modificación de los tipos en los últimos seis meses y se justifica,
según del gobernador del Banco Central de Australia, Glenn Stevens, por la
"posibilidad del incremento de los precios a medio plazo". Y es que
el mayor crecimiento económico puede provocar un incremento de la inflación.
Con este
encarecimiento del precio del dinero Stevens pretende evitar que se repita lo
ocurrido en 2007, cuando mantuvo los tipos durante meses py se desaceleró la
inflación, acumulando presiones sobre los precios. El crecimiento en Australia,
rozava una recesión constantemente.
Tras el
anuncio, la cotización del dólar australiano ante el "billete verde"
subió ligeramente y pasó de 98,9 a 99,93 centavos de dólar estadounidenses,
cada vez más cerca de la paridad.