Internacional

Caos en Libia deja en evidencia fallas en la política exterior de Occidente

Tras considerarlo un aliado, Europa y EE.UU. comienzan a ver las consecuencias del apoyo entregado a Muanmar Gaddafi.

Por: | Publicado: Miércoles 23 de febrero de 2011 a las 05:00 hrs.
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María Ignacia Alvear C.




El caos generado en Libia por las protestas que exigen la salida del mandatario Muanmar Gaddafi y las acusaciones de genocidio en su contra han alarmado a las autoridades de Occidente, en particular a las europeas, que durante años han puesto su confianza en el dictador (que en los ’80 fue tildado de “perro rabioso” por el presidente estadounidense Ronald Reagan) para erigirlo como aliado en la lucha contra el terrorismo y un importante socio comercial.

Sin embargo, la situación de Gaddafi ha dejado en evidencia el gran error que significó dejar pasar por alto las violaciones a los derechos humanos que ha cometido durante los 42 años que está en el poder. 
“Si alguna vez hubo un régimen que expuso la hipocresía de Occidente, es el de Gaddafi”, dijo a Financial Times el analista de Medio Oriente, Philip McCrum. A pesar de sus fallas, e incluso su participación en atentados terroristas, Libia ha profundizado sus relaciones con Occidente después de que se comprometiera a no adquirir armas de destrucción masiva y de que las sanciones aplicadas por Naciones Unidas se levantaran en 2003. En 2004, el entonces primer ministro de Reino Unido, Tony Blair, visitó a Gaddafi y lo llamó socio en la guerra contra el terrorismo, en momentos que enfrentaban la amenaza de Irak. Y en 2008, la secretaria de Estado de EE.UU., Condoleezza Rice, se convirtió en la primera en su cargo en visitar Libia desde la década de los ’50.

Pero es en Italia en donde Gaddafi ha establecido los lazos más fuertes. Libia es una prominente figura en el panorama empresarial italiano, con participaciones en la automotriz Fiat, el banco Unicredit e incluso el equipo de fútbol Juventus. La petrolera Eni tiene millonarios programas de inversión y contratos de suministros hasta 2047. Pero a raíz de las revueltas ha suspendido los envíos de gas, que representan el 10% de la necesidades de Italia en gas natural. 
Y sin Gaddafi hay otro problema que podría prolongar la inestabilidad: una completa anarquía, ya que no existe una oposición organizada ni instituciones civiles. El ejército es débil y está controlado por los hijos de Gaddafi, por lo que la esperanza de que suceda algo similar a Egipto es lejana. 



Refugiados


La gran preocupación de los europeos ahora es el incremento de los flujos de refugiados africanos. El ministro de Relaciones Exteriores italiano, Franco Frattini, señaló que temía una guerra civil en Libia y una inmigración de “proporciones épicas” hacia la Unión Europea, un tema que preocupa luego del éxodo de cerca de 4.000 tunecinos durante este mes hacia Italia. 
De hecho, la agencia para los refugiados de Naciones Unidas pidió ayer a los vecinos de Libia en Europa y el norte de África que no regresaran a quienes escapan del baño de sangre y admitió que Italia podría recibir los mayores flujos.

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