El presidente de Venezuela, Hugo Chávez,
anunció hoy que se va a estudiar la creación de "una zona monetaria"
común al recibir en el palacio de Miraflores a los líderes de los
países del ALBA y al presidente de Ecuador, Rafael Correa.
Chávez convocó para hoy una cumbre de la Alternativa Bolivariana
para las Américas (ALBA) para tratar "desde el Sur" la crisis
financiera mundial a la que han acudido los presidentes de Bolivia,
Evo Morales; Nicaragua, Daniel Ortega; y Honduras, Manuel Zelaya;
además, del ecuatoriano, Rafael Correa, como observador.
También participan el vicepresidente del Consejo de ministros
cubano, Ricardo Cabrisas; y el primer ministro de Dominica,
Roosevelt Skerrit; en representación de sus respectivos países.
En la escalinata del palacio presidencial, donde recibió a los
gobernantes y representantes de los otros cinco países del grupo,
Chávez indicó que Correa había "llegado pronto" y que había tratado
con él "uno de los temas que vamos a discutir hoy (...) vamos a
crear en el ALBA, bueno es una propuesta, una zona monetaria".
"Nosotros no vamos a esperar de brazos cruzados que el fulano
Fondo Monetario Internacional y el fulano Banco Mundial vengan a
solucionarnos los problemas", manifestó el presidente venezolano.
"No debemos esperar nada sino de nosotros mismos. Claro,
estaremos oyendo las opiniones del G-20, el G-21 o el G que sea,
pero nosotros tenemos cosas que decir. El Sur también existe.
Nosotros también existimos y vamos a tomar decisiones", dijo Chávez.
"Rafael me estaba explicando (...) porque él es economista de los
Chicago Boys, pero de izquierda", comentó el presidente venezolano,
mientras se escuchaba a Correa decir: "la oveja negra de los Chicago
Boys".
"Lo hemos invitado de manera especial para trabajar este tema y
nos ha dado unas luces esta mañana sobre una zona monetaria rumbo a
mecanismos de intercambio comercial y más adelante una moneda
común", agregó Chávez.
"He ahí el reto que nos impone el tiempo histórico. Aquí estamos
cumpliendo la responsabilidad que nos han impuesto nuestros
pueblos", afirmó también el presidente, quien invitó, en un momento
de su intervención, a la esposa de Ortega, Rosario Murillo, a
juntarse con los dirigentes para una foto de familia.
Los gobernantes y representantes del ALBA, junto con Correa,
entraron luego en el palacio para iniciar su reunión que, según se
prevé, concluirá en la tarde.