Internacional

En medio de polémicas, el debate sobre la reelección presidencial arde en Sudamérica

La carrera por un nuevo mandato ya comenzó oficialmente en Colombia y está a la vuelta de la esquina en Bolivia, Brasil y Uruguay.

Por: Marco Fajardo | Publicado: Miércoles 22 de mayo de 2013 a las 05:00 hrs.
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El eventual retorno al poder de la ex presidenta Michelle Bachalet no es un fenómeno exclusivamente local. Mientras en Bolivia, Ecuador, Brasil y Colombia los actuales mandatarios apuntan a una reelección consecutiva y la posibilidad levantó polvareda en Argentina, otros ex mandatarios se muestran deseosos de volver al cargo en Perú y Uruguay.

El viernes, por ejemplo, el presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, anunció públicamente su intención de aspirar a la reelección en los comicios de 2014, aunque señaló que su decisión no será definitiva hasta seis meses antes de los mismos.

“Sí deseo, clara y firmemente, que las políticas que hemos promovido continúen más allá del 7 de agosto de 2014”, dijo Santos, quien aclaró que en cumplimiento de la ley no hará un anuncio “formal” hasta el 25 de noviembre, seis meses antes de los comicios previstos para el 25 de mayo del próximo año.

El mandatario apunta especialmente a concluir con éxito sus negociaciones con la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), que actualmente se llevan a cabo en Cuba.

Otro que está en carrera para 2014 es el presidente boliviano Evo Morales. En la madrugada del miércoles, el parlamento boliviano aprobó la inclusión en la nueva Ley de Aplicación Normativa del pronunciamiento del Tribunal Constitucional que avala la posibilidad de una nueva reelección del sindicalista.

Aunque la Carta Magna actual no permite más de dos periodos, el argumento del Constitucional para avalar la tercera candidatura de Morales es que los mandatos previos a 2009 no cuentan, al haberse refundado Bolivia ese año como “Estado Plurinacional”, y porque éstos no agotaron la primera de sus legislaturas (2006-2009).

De ganar los comicios, Morales se convertiría en el presidente que más tiempo ha gobernado el país andino.

También la brasileña Dilma Rousseff suena para 2014. Aunque la presidenta aún no ha confirmado si aspirará a un nuevo mandato de cuatro años, su candidatura es dada como un hecho por el Partido de los Trabajadores (PT) y se apoya en encuestas de opinión que le adjudican una enorme popularidad.

El último sondeo, realizado en marzo por Datafolha, le atribuyó a Rousseff una intención de voto de 58% y situó en el segundo lugar entre posibles candidatos para 2014 a la ecologista Marina Silva, con 16%, y al socialdemócrata Aécio Neves en tercero, con 10%.

Otro país en que se debatió la reelección fue Argentina, donde algunos sindicalistas y diputados del oficialismo se manifestaron a favor de un tercer período de Cristina Fernández de Kirchner, a votar en la elección de 2015.

Para ello era necesaria una reforma a la Constitución. Sin embargo, varios sondeos de fines de 2012 indicaban que dos tercios de los argentinos se oponían a una modificación.

Por eso, hace una semana, Fernández zanjó la discusión al anunciar que no impulsará cambios a la Carta Magna.

También el presidente ecuatoriano Rafael Correa juró que estos eran sus “últimos cuatro años” tras ser reelecto en febrero. Sin embargo, estuvo lejos de ser tajante: “si hay voluntad mayoritaria del pueblo ecuatoriano de cambiarlo, bueno, que ellos decidan”. Sus seguidores dicen que hay que ir por la “re-re” para profundizar la llamada Revolución Ciudadana.

El único país sudamericano en donde actualmente rige la reelección indefinida es Venezuela, algo que sólo se da en nueve países en todo el mundo.

La norma es obra del fallecido mandatario Hugo Chávez, que logró imponerla tras ganar un referendo en 2009. Uno de sus argumentos era la reelección ilimitada de los primeros ministros en el Reino Unido. Fue a través de esta reforma que accedió a la re-reelección en 2012 y que, de no haber fallecido, le hubiera permitido cumplir 20 años en el poder en 2019.



Regreso tras ausencia

También hay otros que han sentido nostalgia del poder tras mantenerse alejados del cargo.

Uno de ellos es el peruano Alan García, quien a fines de abril señaló a CNN Chile que estaría dispuesto a participar en las elecciones presidenciales de 2016.

“De querer no, francamente no. Pero si fuera necesario para el país, y no para a mí. No me podría negar nunca, si entregué mi vida al Perú“, dijo.

El retorno de un ex presidente también se avizora en Uruguay.

Luego de gobernar Uruguay entre 2005 y 2010, Tabaré Vázquez volverá a ser candidato de la coalición de izquierda Frente Amplio en las próximas elecciones nacionales de 2014, según informó en febrero un artículo del semanario Búsqueda.

Sin embargo, Vázquez planteó algunas condiciones para asumir la responsabilidad: no quiere “cambios sustanciales” en la política económica conducida por el presidente José Mujica y pidió respeto hacia la reforma tributaria y la política de inversiones.

EN FRANCIA, "SENTIDO DEL DEBER" OBLIGARÍA A SARKOZY A VOLVER
El debate por la reelección no es exclusivamente sudamericano. A comienzos de marzo, el ex mandatario francés Nicolas Sarkozy afirmó que podría volver a competir los comicios de 2017, al señalar a una revista que el sentido del deber por arreglar la economía podría obligarlo a ser candidato.

El colapso financiero de su partido de centro derecha UMP, que además se ha dividido en dos facciones que se disputan el liderazgo, y el desplome de la popularidad de François Hollande en medio de la subida del desempleo, alimentan la esperanzas en la derecha de que Sarkozy compita por otro mandato.

El ex presidente afirmó que la falta de ideas frescas sobre cómo solucionar los problemas de Francia, tanto entre los gobernantes socialistas como el propio UMP, en su estado actual podrían forzarlo a volver.

"La política se acabó", dijo Sarkozy a una revista, aunque luego matizó al decir que podría verse obligado a actuar si Francia "queda atrapada entre el extremismo de izquierda y derecha".

"Desafortunadamente habrá un momento en que la pregunta ya no será '¿quieres?' sino '¿tienes otra opción?'", dijo. "En ese caso, de hecho, estaré obligado a asumirlo, no por deseo, sino por deber, sólo por Francia".

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