Benetton espera recuperar su atractivo en el mercado juvenil
En el centro de Milán Gaia Mancini (17) sale de la tienda central de Benetton...
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Por Rachel Sanderson
En el centro de Milán Gaia Mancini (17) sale de la tienda central de Benetton. Pero no compra para ella, sino que le parece atractivo a su compañera de compras, su madre. “Prefiero más a Zara”, dice, moviendo la cabeza hacia el minorista español dos puertas más abajo, cuya entrada está atochada de compradores. El edificio de tres plantas de la tienda Benetton, en comparación, está casi vacío.
Después de 25 años en la bolsa de valores de Milán, la familia italiana detrás de Benetton tomará esta semana un paso que esperan que haga a los consumidores como Mancini querer comprar en sus tiendas tanto como en Zara.
El 30 de marzo, la familia dirigida por su fundador Luciano Benetton (76) y sus tres hermanos debería cerrar un acuerdo para sacar al grupo de la bolsa, comprando el 25% de las acciones en Benetton que no tienen todavía por 210 millones de euros
(US$ 278 millones). Ellos creen que es la única manera para emprender el cambio profundo necesario para tener éxito nuevamente.
Con las acciones transándose a 4,60 euros, el precio ofrecido por la familia Benetton a los inversionistas minoritarios y un premio de 6% al precio de la acción promedio en los últimos doce meses, parecería que la compra debiese ocurrir sin ningún problema. Sin embargo, el futuro del grupo después de deslistarse no está claro.
Edizione, el holding familiar que tiene acciones en autopistas, aeropuertos, bancos y medios de comunicación, dice que sacar a Benetton de la bolsa le dará “la flexibilidad en el mediano y largo plazo para tomar las acciones que sean necesarias para cumplir con los desafíos de los cambios en el ambiente competitivo”.
Los analistas creen que es la última opción de Benetton para revertir sus debilitadas fortunas antes de que tenga que considerar una separación del grupo que hace 30 años era el que fijaba tendencias en la moda accesible.
Benetton fue fundada en 1965 por Luciano Benetton y su hermanos Giuliana (74), Gilberto (70) y Carlo (68), en el pequeño pueblo Ponzano Veneto, al noreste de Italia, donde descubrieron un mercado para la ropa colorida y de buena calidad a precios asequibles. Pero en la última década ha caído detrás de competidores más jóvenes y ágiles, como Zara, Bershka, y la sueca H&M. La capitalización de mercado de Benetton se encogió en ese tiempo de 4.000 millones de euros a 800 millones de euros.
Marco Baccaglio, un analista senior en Cheuvreux, estima que de ser separado, el negocio operativo de Benetton, relacionado a sus ventas minoristas y su negocio mayorista, valdría cerca de 550 millones de euros, un poco más de la mitad de lo que piensa que vale su portafolio de bienes raíces. El grupo tiene 550 millones de euros en deuda y un valor de empresa de seis veces sus ganancias antes de intereses e impuestos, sugiriendo que su capacidad de atender a su deuda está demasiado forzada. No obstante, gente al interior de la firma cree que salirse de bolsa será el impulso que Benetton necesita. Ellos creen que el principal valor de deslistarse se que refleja la decisión de la familia fundadora de darle control a Alessandro Benetton, hijo mayor de Luciano, que estableció su propia firma de capital privado antes de unirse al grupo familiar en 2007.
Como muchas firmas familiares intentando hacer la transición a la segunda generación, Benetton ha tenido dificultades con darle control a los administradores externos y cambió la administración principal cuatro veces en los últimos años.