Por Guy Dinmore, Roma
La frágil coalición de gobierno de Italia se está sumergiendo más en la crisis, mientras el ex primer ministro Silvio Berlusconi enfrenta el peligro de un fallo de la corte a fines de mes que podría colocarlo bajo arresto domiciliario y prohibirle ejercer cargos públicos.
Ayer, la coalición de gobierno tuvo que cancelar una reunión de los líderes de partido para discutir un impuesto a las propiedades luego de que el partido de Berlusconi, Pueblo de la Libertad, forzara la suspensión del Parlamento por un día en protesta por lo que consideran una campaña por parte de un poder judicial tendencioso para eliminar al multimillonario magnate de los medios de la vida política.
Menos de tres meses después de que una coalición sin precedentes asumiera el poder para romper el impasse que resultó de las estancadas elecciones, las significativas divisiones políticas han otorgado al gobierno de Enrico Letta una reputación de falsedad, mientras la economía se hunde más en la recesión.
Al bajar la calificación de Italia a dos escalones sobre el nivel de basura el martes, Standard & Poor’s advirtió de una nueva rebaja “de un nivel o más” si Italia no logra demostrar “efectividad institucional y de gobierno”.
El gatillo de la crisis fue la decisión de la Corte de Casación, la máxima corte de apelaciones de Italia, de reunirse el 30 de julio -meses antes de lo esperado- para fallar sobre la apelación de Berlusconi en contra de una condena por fraude tributario que involucra a su compañía Mediaset. La corte defendió su rápida decisión, argumentando que de otro modo parte del caso en contra de Berlusconi arriesgaba caer bajo el estatus de limitaciones.
Si se mantiene la sentencia impuesta por una corte de apelaciones de Milán en mayo, entonces Berlusconi, de 76 años, podría enfrentar una sentencia de cárcel de cuatro años, lo que probablemente se transformará en arresto domiciliario por su edad, y la prohibición de ejercer cargos públicos por cinco años.