Por K. Stacey y M. Johnson
, Londres/Vigo
El Reino Unido está analizando si es que puede llevar a España a las cortes europeas por su trato hacia los británicos en la frontera con Gibraltar.
A medida que las tensiones se intensifican en la península, los funcionarios británicos están asesorándose sobre si las mayores revisiones hechas a los vehículos que intentan cruzar desde España a Gibraltar violan las reglas de libertad de movimiento.
El gobierno está exasperado por lo que el ministro jefe de Gibraltar llamó ayer “ruido de sables” español, luego de que José Manuel García-Margallo, el ministro de Relaciones Exteriores de España, afirmara al diario ABC que se podría cobrar 50 euros a los autos que cruzan la frontera.
Asesores senior aseguraron ayer que objetarían tal movida en las cortes europeas bajo las reglas que prohíben a los países tratar a individuos de la UE de forma desigual. Ellos agregaron que ya están evaluando si es que las largas inspecciones de los vehículos, que han provocado filas de hasta siete horas, infringen las leyes de la UE.
Downing Street declaró ayer que el primer ministro, David Cameron, estaba “seriamente preocupado” por el alza de las tensiones en Gibraltar, pero agregó que no ha intervenido personalmente, permitiendo que el secretario de Relaciones Exteriores lidere los esfuerzos diplomáticos.