El presidente Barack Obama se anotó una significativa victoria de política exterior al asegurar los votos suficientes para que los parlamentarios que se oponen al acuerdo nuclear con Irán no puedan bloquear el histórico pacto.
Se espera que los opositores republicanos aprueben una resolución este mes que se opone al acuerdo y Obama se ha comprometido a responder con un veto. Pero al anunciar ayer su apoyo al acuerdo, Barbara Mikulski se convirtió en la senadora número 34 de los 100 miembros en respaldarlo. Eso garantiza que los republicanos no serán capaces de asegurar la mayoría de dos tercios que necesitarían para invalidar el veto presidencial.
Obama intentará ahora ganar el apoyo de otros siete demócratas, cuyo respaldo le permitiría a su partido bloquear que la medida republicana llegue incluso a su escritorio, y que requiera veto presidencial.
"Ningún acuerdo es perfecto, especialmente uno negociado con el régimen iraní", dijo Mikulski, una veterana senadora demócrata por Maryland que no postulará a la reelección el próximo año tras permanecer en el cargo por cinco períodos de seis años.
Pero después de reunirse con diplomáticos, expertos, comunidades judías e incluso viajar a Viena a reunirse con el director de la Agencia Internacional de Energía Atómica, la senadora dijo que concluyó que el acuerdo negociado por la administración Obama era la "mejor opción disponible para bloquear que Irán tuviera una bomba nuclear".
Los republicanos, que controlan ambas cámaras del Congreso, han rechazado de forma casi unánime el acuerdo con Irán, que fue revelado en julio tras meses de negociaciones.
Pese a que los republicanos no pueden matar el acuerdo, que fue negociado en conjunto con el Reino Unido, Francia, Alemania, Rusia y China, han amenazado con obstaculizar que la administración Obama levante las sanciones contra Irán y cumpla su parte del trato, que a cambio verá a Irán reducir su programa nuclear.
Con los grupos de lobby pro-Israel aplicando una gran presión, el apoyo de los demócratas tampoco está garantizado. Pero Obama ha sido capaz de evitar una deserción masiva. Sólo dos senadores demócratas han expresado que votarán en contra del acuerdo, aunque uno de ellos es el senador por Nueva York Charles Schumer, quien asumiría el liderazgo del partido en el Senado después de la próxima elección.