Ayer la policía antidistrubios de Bulgaria liberó a más de 100 parlamentarios y ministros que estaban encerrados al interior del Parlamento nacional, después de que las protestas, que se extienden por 40 días, se tornaran violentas.
La intensificación de las protestas anticorrupción aumentarán la presión nacional e internacional sobre el gobierno socialista de Bulgaria que lleva recién dos meses, el cual se ha rehusado a dimitir a pesar de la magnitud de las manifestaciones, las mayores que se han visto desde la caída del comunismo. El Parlamento en Sofía estuvo suspendido ayer por recomendaciones del vocero del Congreso.
Cerca de 109 “rehenes”, incluyendo ministros actuales y anteriores, parlamentarios y periodistas estuvieron atrapados por más de ocho horas mientras los protestantes cercaron el edificio, antes de que la policía sacara a los manifestantes y crearan un corredor seguro a las 3:30 am. La policía intentó sacar a los congresistas en un bus pero este fue apedreado.
A eso de las 2 am, los protestantes reforzaron el bloqueo con tarros de basura, señales de tránsito y adoquines, evitando que los parlamentarios salieran del lugar en sus vehículos.
Desmanes durante la noche dejaron a 17 personas heridas, incluyendo a cinco policías. Bulgaria ha visto meses de gran inestabilidad desde que el gobierno anterior fuera derrocado por protestas masivas en febrero.