Por Hugh Carnegy
París
Nicolas Sarkozy, el ex presidente de Francia, fue grabado secretamente en docenas de reuniones por un consejero cercano, en discusiones que iban desde sus opiniones sobre sus ministros hasta bromas de que su matrimonio con Carla Bruni lo haría rico.
La publicación de parte de las grabaciones iniciaron un escándalo político en Francia justo antes de elecciones locales a nivel nacional a fines de este mes.
Las revelaciones, apodadas rápidamente “Sarkoleaks”, causaron molestia y vergüenza en su partido, el UMP, y provocó que el partido Socialista del presidente François Hollande hiciera un llamado para realizar una investigación sobre cómo ocurrió la infracción a la confidencialidad.
Sarkozy, que estaría planeando un regreso político, “se siente traicionado”, dijo Henri Guaino, uno de sus consejeros políticos, quien describió las grabaciones como una “forma de violación”. En las grabaciones publicadas hasta ahora por el semanal satírico Canard Enchainé y el sitio web Atlántico, no hay revelaciones “graves” o temas de seguridad nacional. Pero sólo unas pocas han sido reveladas.
En una de ellas, Sarkozy se escucha hablando a su esposa y otros. Ella lo molesta diciendo que le paga sus departamentos. Él dice: “me hice rico al casarme”.