Washington/Nueva York
El Senado de Estados Unidos aprobó un proyecto de ley que puso fin al cierre de Gobierno más largo de la historia, mientras los demócratas que apoyaron el acuerdo enfrentan una ola de críticas dentro de su propio partido.
Los senadores votaron 60 a 40 a favor del pacto este lunes en la noche, mientras Donald Trump buscaba resolver una paralización federal que afectaba sus cifras en las encuestas y golpeaba a la economía. La votación se produjo tras un acuerdo alcanzado en la noche del domingo, luego de que republicanos y demócratas enfrentaran presión para poner fin al cierre.
El entendimiento sacude nuevamente el escenario político estadounidense, menos de una semana después de que los demócratas obtuvieran importantes victorias en las elecciones de gobernadores en Virginia y Nueva Jersey, además de la alcaldía de Nueva York.
La interna opositora
“Nadie logra arrebatarle la derrota a las fauces de la victoria como los demócratas”, escribió Dan Pfeiffer, exdirector de comunicaciones de la Casa Blanca bajo Barack Obama, en un blog publicado el lunes.
Los senadores demócratas que se desmarcaron para avanzar con el acuerdo dijeron que aseguraron un compromiso de los líderes republicanos del Senado para someter a votación una extensión de los subsidios de salud que expiran este año. También obtuvieron concesiones que limitan el despido de funcionarios federales.
Sin embargo, otros demócratas calificaron el acuerdo como una rendición ante Trump, ya que no garantiza una extensión firme de los subsidios, tema que fue clave en las recientes victorias electorales del partido.
“Este ‘acuerdo’ eleva drásticamente las primas de salud y solo agrava la crisis de asequibilidad. Debe ser rechazado, al igual que cualquier política dispuesta a comprometer las necesidades básicas de la gente trabajadora”, dijo Zohran Mamdani, alcalde electo de Nueva York.
Lecciones para el oficialismo
El cierre ha sido una experiencia aleccionadora para muchos republicanos y para Trump, quien ha visto caer su aprobación y deteriorarse la economía desde que comenzó la paralización federal más prolongada en la historia del país, el 1 de octubre.
Según el promedio de encuestas de RealClearPolitics.com, un 45% de los estadounidenses aprobaba la gestión de Trump al inicio del cierre, mientras 53% la desaprobaba. Para este lunes, la brecha de ocho puntos se amplió a 11; 54% desaprueba su desempeño.
El mandatario se ha movido rápidamente para cambiar la narrativa. Esta semana reiteró su promesa de entregar pagos de US$ 2 mil “a ciudadanos de ingresos bajos y medios, provenientes de los ingresos masivos por tarifas que están entrando a nuestro país”.
Aun así, el acuerdo para reabrir el Gobierno podría enfrentar tropiezos. Debe ser aprobado por la Cámara de Representantes, controlada por los republicanos, donde el margen de error es escaso, antes de llegar al escritorio de Trump para su firma final.
Los republicanos de la Cámara parecen dispuestos a respaldar el pacto. El presidente de la Cámara, Mike Johnson, dijo que planea convocar a los legisladores a Washington para votar esta semana. “Tenemos que hacer esto lo antes posible”, declaró a la prensa. “Esto se ha prolongado demasiado, demasiada gente ha sufrido”, añadió.