El gobierno
islandés aseguró que "cumplirá con sus obligaciones" sobre el pago de
la deuda, en medio de una 'gira' por medios británicos con el fin de suavizar
el conflicto abierto con Reino Unido por el inesperado veto a la ley que
permitía indemnizar a británicos y holandeses afectados por la quiebra de los
bancos islandeses.
En la BBC, el presidente de
Islandia, Olafur Grimsson, aseguró que su país "cumplirá con sus
obligaciones" respecto a los más de US$ 5.000 millones que adeuda a Reino
Unido y Holanda, como consecuencia de la quiebra de sus principales bancos.
En
declaraciones al diario 'Financial Times', Grimmson reconoce el revuelo causado
por su veto a la ley que permitía las indemnizaciones, pero lo justifica
señalando que no ha hecho sino cumplir con la tradición de Islandia, una de las
más antiguas democracias del mundo, con su decisión de consultar a los
ciudadanos.
"La
constitución islandesa se basa en el principio fundamental de que el pueblo es
soberano", afirma el jefe del Estado, según el cual es
"responsabilidad del Presidente garantizar que prevalece la voluntad
popular".
El Gobierno
británico amenazó esta semana a Islandia con bloquear su eventual solicitud de
ingreso en la Unión
Europea si no se compensa a los 400.000 ahorradores no
islandeses -en su mayoría británicos y holandeses- que perdieron el dinero
depositado en cuentas de internet del banco Icesave.
Tanto
Londres como la Haya
han insinuado que una negativa islandesa a devolver los más de US$ 5.000
millones que adeuda el país a los titulares de esas cuentas repercutiría
negativamente en el plan de rescate financiero para Islandia por valor de
10.000 millones de euros (unos US$ 14.400 millones) que lidera el Fondo
Monetario Internacional.